por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires

Como en toda competencia quedaron en el camino ilusiones que se convierten en frustraciones. La ilusión es una esperanza atractiva y proporcionadora de felicidad, la frustración es precisamente una privación y por lo tanto causa tristeza.

La ilusión puede ser real o fantasiosa, aunque parezca un oximoron, ya que no faltará quién nos pueda decir que toda ilusión es fantasiosa y que el progreso es en definitiva la realización de fantasías anteriores.
Pensar que Holanda, España y Alemania llegaban a Sudáfrica con la idea o la ilusión de ser campeones del mundo no parecía una fantasía, era más bien una realidad y los hechos lo han demostrado ya que son finalistas.

Lo de Uruguay fue mas una fantasía un ejercicio de la imaginación pero también es cierto que sin esa fantasía no hubiera llegado a esta instancia del fútbol mundial.
En esta instancia definitoria los resultados son aleatorios y me remito a la copa europea ganada en el año 2004 por Grecia. Si ese partido final, que creo fue contra Portugal se volviera a jugar diez veces creo que Grecia perdería todos los partidos.

Fue la única vez que Grecia llegó a una instancia final.
Solo Alemania y Uruguay  han sido campeones del mundo, Holanda perdió incomprensiblemente los mundiales de 1974 y 1978, cuando el poste derecho del arco que defendía Ubaldo Matildo Fillol evitó a los 44 minutos del segundo tiempo el gol que hubiera definido ese campeonato mundial disputado en circunstancias muy oscuras que no solo se refieren a la situación institucional del país sino al resultado de un partido decisivo sobre el que las dudas aun persisten en cuanto a su legitimidad deportiva.

España es dueña de quizás la liga mas onerosa del mundo pero de la que comienza a sospecharse que el endeudamiento de la mayoría de los clubes que la integran podría producir en un tiempo relativamente inmediato una crisis que podría hacer estallar una de las tantas burbujas financieras que aun brillan en el cielo de la avidez humana y que nos hacen creer que se puede ganar dinero sin trabajar ni producir.

Alemania es la fiel expresión de su pueblo, del estilo de un pueblo que hace culto del estudio, el esfuerzo y el trabajo como valores esenciales de la vida lo que de por si constituye una ética ejemplar.
Personalmente me gustaría que Uruguay gane el campeonato, es mi fantasía, creo que le daría un toque de modestia al fútbol mundial y porque no, a la cultura universal.

De Gaulle decía que la “grandeur” era propósito “político mas propósito moral”, Uruguay nos está diciendo ya, al margen del resultado del martes, solo los modestos pueden ser grandes y esta es una cualidad o virtud que envidio.

Los demás siempre serán enanos, algunos enanos gigantes y en Argentina nos sobran de todos los tamaños….

Pd. La Real academia dice que la modestia es la Virtud que modera, templa y regla las acciones externas, conteniendo al hombre en los límites de su estado, según lo conveniente a él.

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