¿Un ministerio de turismo ilegal para el mismo turismo?
Viernes, 02 Julio 2010 00:00

El pasado 28 de junio el Poder Ejecutivo sancionó un nuevo “decreto-ley” el Nº 919 por el cual creó el Ministerio de Turismo asumiendo funciones legislativas que tiene vedadas por la Constitución Nacional, según lo ratificó el pasado 19 de mayo la Corte Suprema de Justicia en el caso “Consumidores Argentinos”.
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por Luis Alejandro Rizzi desde Buenos Aires
Personalmente no se si era necesario crear un “ministerio de turismo” para “…perfeccionar el uso de los recursos públicos, incrementando la calidad de la acción estatal, además de concretar las metas políticas diagramadas, y de racionalizar y tornar más eficiente la gestión pública orientada claramente hacia dicho sector…” como rezan los fundamentos del decreto, en momentos en los que en verdad no se advierte cuales son las “…políticas diagramadas…” ni de que modo la creación del ministerio podrá  “…tornar mas eficiente la gestión pública…” (sic)

Es sabido que en el Congreso de la nación existe un proyecto para dividir el anterior ministerio de Industria y Turismo en dos ministerios independientes pensándose que de ese modo la gestión pública se beneficiaría  al lograr mayor dinamismo y flexibilidad y sobre todo jerarquía formal para tratar con otros órganos del estado y también con entidades particulares.

Ese antecedente nos hace presumir que sin mayor análisis de la cuestión el Congreso ratificará este decreto-ley 919.
Recuerdo que con el Ministerio de Agricultura, ganadería y pesca los distintos sectores siguen con los mismos problemas sin resolver.

El Ministerio ha sido bien recibido por el sector turístico sin importar mucho el camino elegido, es decir una vez mas se  aplicó ese viejo principio que dice “…el fin justifica los medios…” y también cierta obsecuencia que nos hace presumir que ante el cambio fundamental que tendrá la actividad turística en el futuro inmediato con lo que significa  todo cambio en el que muchos quedarán “off”, en verdad se estaría buscando consolidar el estado actual, es decir con lenguaje laboral “defender las conquistas alcanzadas”.
Me involucro personalmente porque ya en el año 1984 desde AEROLÍNEAS ARGENTINAS intenté, sin éxito, incrementar las ventas directas no solo por el grosero tenor de las comisiones sino fundamentalmente para recuperar el manejo estratégico comercial de la empresa.
A veces adelantarse al tiempo trae sus problemas y uno de ellos es la imposibilidad de lograr el objetivo el que no obstante parece que se concretará en el año 2013 según pude leer en una nota de ese excelente periodista “turístico” que es Alejo Marcigliano escrita en la edición de LADEVI del 28 de junio pasado en página 3.

Si analizamos el transcurso del tiempo desde la perspectiva de la ecuación de Reeves que dice que si se redujera la edad del planeta a la duración de un día, un minuto equivaldría a tres millones de años…va de suyo que mi idea para que la empresa aérea comercialice su producto de modo directo se me habría ocurrido en la ultima milésima parte de segundo….

Pienso que ademas en el futuro las empresas podrán comercializar el billete aéreo a través de franquicias que previamente deberán ser adquiridas por los interesados.
Claro está para ello el transporte aéreo tendrá que ser rentable y muchos de los actuales transportistas deberán desaparecer para que de una buena vez la oferta resulte no solo racional sino sustentable y en el transporte aéreo se pueda ganar como en cualquier otra actividad.

Esto implica la desaparición de las Agencias de viajes, por lo menos del modelo conocido hasta hoy, así como desapareció el técnico aeronáutico de la cabina de los aeroplanos o el radio operador aunque en el servicio ferroviario me cuentan que en las maquinas diesel-eléctricas aun subiste la función de “foguista”(¡?¡¿?)

Necesitaríamos a Ortega para que en su libro de las misiones agregue un capítulo destinado a la misión del Agente en el siglo 21.
No veo que en las escuelas de turismo se piense por ejemplo en el turismo que viene, sino que se piensa mas en el turismo que fue.
Tampoco lo advierto en los especialistas que en general solo nos proponen innovaciones meramente formales pero que no apuntan al nuevo turismo que estará asociado esencialmente con el ocio y un nuevo significado del “descanso” de la familia.

Quizás en esta etapa la cuestión del turismo tendría que estar más ligada a la educación que al comercio y la economía por la sencilla razón que estamos cambiando y se esta delineando un nuevo tipo de persona en un nuevo contexto político-económico en el que no bastará que los derechos sean declarados sino que puedan ser sustentados.

No advertimos que la crisis de EUROPA es la crisis del estado de bienestar que hoy no puede ser sustentado a pesar o a favor de lo que pensaba Keynes porque si es cierto que en el largo plazo todos estaremos muertos, en el corto estamos viviendo sin esperanza y amenazados por una depresión cuyo fin no se advierte y francamente no se que es peor.
Ha fracasado un sistema político-cultural que pulverizó valores y principios éticos y convirtió al consumo en una suerte eucaristía laica.

Lo que debemos gestionar es una economía para todos y para ello hace falta políticos y dirigentes inteligentes que nos sepan educar  y dirigir para resolver problemas y no esperar el beneficio de la gracia divina reservada a casos muy pero muy especiales.

Creo que el sector turístico argentino debería lamentar la existencia de un ministerio de turismo que nació fruto de un acto ilegal que es como el feto concebido en una violación.

El ministerio ya está y creo que se quedará, ahora bien ¿sabremos que hacer con él?

Portal de América

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