por Luis Alejandro Rizzi, desde Buenos Aires

El índice general de expectativas económicas que miden la Universidad Católica Argentina (UCA) y TNS-Gallup cayó 12 puntos entre enero y febrero. Una baja de semejante magnitud no se daba desde octubre de 2008, en medio de la crisis con el campo, el momento más complicado de la crisis financiera internacional y el desplome del comercio mundial de mercaderías. En aquel momento la caída del indicador fue de 15 puntos.

Por otra parte un 54% de la gente piensa que la economía está mal o muy mal y un 62% dice que sus ingresos son insuficientes para vivir con decoro, según da cuenta  el diario “la NACION” en su edición del 19 de marzo.

También son pesimistas las perspectivas laborales, un 50% piensa que hay muy pocos puestos de trabajo disponibles y un 35% cree que en los próximos meses habrá menos aun.

En el mundo de los agentes de viajes especializados en el emisivo, piensan que la cosa puede mejorar si la percepción fiscal del 35% se redujera al 20%, cuando en todo caso esta suerte de “impuesto al turismo” debería derogarse, ya que de algún modo opera como una restricción para entrar y salir del país.

Pienso que la gente no deja de viajar por esa diferencia del 15% que en un paquete IT de siete días, cuyo costo neto fuera de $ 25.000,00 (ars) la incidencia fiscal seria de $ 2750,00.

Esta encuesta difundida pro LA NACION creo que expresa realmente lo que pensamos una gran mayoría, la economía no está manejada por gente idónea, quizás con la sola excepción del Señor Fábrega, presidente del Banco Central, que por lo menos demuestra que conoce su negocio.

Los demás, incluidos el ministro de economía y su séquito está conformado por un conjunto de seres intelectualmente “impúberes” que creen que el “Excel” es la llave maestra que permite penetrar en la entraña de los negocios y mediante una simple suma y resta y quizás alguna complicada multiplicación, se pueden determinar precios, costos, rentabilidades sin incluir en esas planillas los efectos de la descontrolada emisión necesaria para financiar el desmesurado gasto público.

El sector del turismo emisivo debe sumarse al resto del sector empresario y no solo reclamar cambios de rumbo sino también ante la proximidad de las elecciones de 2015, pedir a la dirigencia política sus programas y propuestas concretas y sobre todo el nivel de idoneidad de los eventuales candidatos y funcionarios que las implementarán.

El otro día me comentaba un agente que había estado reunido con dirigentes opositores y ante la pregunta concreta si iban a suprimir la percepción fiscal, le respondió “es un tema difícil”. Luego le preguntó por el futuro de Aerolíneas Argentinas y su respuesta fue “es otro tema complicado” y finalmente le preguntó “seguirá futbol para todos” y su respuesta fue “con otro formato”.

Como vemos la cosa no pasa por el 35 el 20 o 5 por ciento, la cosa pasa por donde mira la gente, la economía está mal, las perspectivas no son buenas, la inflación de dos meses ya es el doble que la anual de Chile y Perú, “pari passu” con la anual del Uruguay y somos junto con Venezuela uno de los dos países que carecemos de dólares…

En fin la cosa no pasa por pedir “reduzcan la percepción al 20% por amor de Dios”, pasa por pedir políticas razonables y funcionarios idóneos y para eso hay que tener ciertos atributos de los que carecen los eunucos y los efebos.

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