por Eliseo Sequeira, desde Montevideo
Transcurrido el tercer trimestre del año, y el segundo después de la debacle cambiaria en Argentina y Brasil, procedemos a analizar estos dos últimos trimestres por separado.
Decíamos que "durante el segundo trimestre se sintió fuertemente la crisis económica de los vecinos, cayendo un 14,7% el número de visitantes y un 10,9% el gasto total. Pero la caída de los visitantes argentinos fue mayor aún, un 23,3%. La buena noticia es que el gasto medio por visitante aumentó un 4,5% en dólares, y la cotización de éste es alrededor de un 9% mayor, lo que da una mejora per cápita de un 13-14% en pesos constantes, un alivio después del 27% de caída entre enero de 2017 y enero de 2018."
Según la información que llegó a nuestra redacción desde nuestro Consejero Editorial, Miguel Acerenza, en el tercer trimestre habrían ingresado al Uruguay 684.000 visitantes que habrían dejado U$S 320 millones. Estas cifras significan una reducción del 12,3% y del 12% respectivamente respecto al mismo período de 2017. En buen romance, la caída de visitantes se redujo ligeramente y la de ingresos aumentó.
Si se mantiene esta tendencia para el cuarto trimestre, estaremos cerrando el año con alrededor de 3:750.000 visitantes (sin contar cruceristas) que dejarían unos U$S 2.200 millones. ¿Y si comparamos? Es un 4,8% y un 5,7% menos respectivamente que en 2017. Evidentemente, los resultados variarán por subsector y empresa, y en ello tendrá mucho que ver las promociones y atracciones que promuevan los operadores privados, pero también las facilidades o dificultades que se generen desde los distintos estamentos del Estado.
Lo otro que hay que evaluar es cómo se comportaron los dos principales emisores de visitantes. En el segundo trimestre de 2018 hubo una caída del 23,3% de los visitantes argentinos y un 19,6% de los brasileños. Pero el gasto medio por visitante en ambos casos aumentó. Ya en el tercer trimestre el gasto medio por visitante se mantuvo incambiado. Evidentemente el objetivo de mantener el número de visitantes y aumentar el gasto per cápita a la larga no se estaría logrando.
Qué estaría faltando para responder a la pregunta que frecuentemente hemos formulado: ¿Qué turismo queremos, calidad de gasto o cantidad de personas? O tal vez primero habría que responderse qué medidas se han tomado para aumentar la calidad del gasto, y si se han hecho, qué tan efectivas han resultado.
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