por Lic. Alejandro Spera - @alejandrospera

En la década del ’90, Aerolíneas Argentinas supo tener un centro de entrenamiento de pilotos de alta tecnología, con los más elevados estándares de capacitación a nivel mundial. Durante la gestión privada llevada adelante por Iberia, se eliminó la posibilidad de cumplir el entrenamiento a nivel local, y los pilotos se vieron obligados a tomar capacitación en el exterior.  Una vez nacionalizada la empresa bajo el gobierno K, se apostó a la aviación comercial como instrumento asociado al desarrollo económico, social y turístico del país.  Más allá de las abultadas pérdidas que acumula Aerolíneas Argentinas y Austral diariamente, el gobierno considera los fondos destinados a las operaciones de la aerolínea de bandera una verdadera inversión necesaria para el crecimiento del país.  A pesar de que los beneficios de la existencia de una línea aérea de referencia a veces resultan intangibles, son muy positivos y cuantificables en términos de solución a diversas necesidades.  Según la IATA (Asociación Internacional de Transporte Aéreo) cada dólar invertido en turismo genera una actividad económica adicional de 3 dólares.  La existencia de una compañía aérea asegura, por ejemplo, la exportación e importación de bienes perecederos como productos farmacéuticos para la aplicación de medidas terapéuticas; contribuye en las urgencias médicas, transporte de productos cárnicos, pesca, o paquetes de mercancía con alto valor agregado. 

Es así que se destinó un monto de unos 12 millones de dólares para la construcción de una obra civil en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Ezeiza Ministro Pistarini, próximo al área de la Planta Industrial de  Aerolíneas Argentinas.  Asimismo, se invirtió varias decenas de millones de dólares adicionales para la adquisición de simuladores de vuelo de última generación, dando lugar en 2012 al nacimiento del Centro de Formación y Entrenamiento de Pilotos de la República Argentina (CEFEPRA).  Actualmente, CEFEPRA posee un capital humano que aplica procedimientos, métodos y tecnología de nivel mundial, cumpliendo los más altos estándares de calidad de instrucción internacional y ha logrado el objetivo de recuperar el  total de la capacitación de los pilotos de la Argentina.  Se trata de una nueva unidad de negocios para la compañía que -apenas en 2 años y medio- ya ha amortizado su inversión inicial y espera generar una contribución positiva a las finanzas de Aerolíneas Argentinas.

Sus instalaciones rondan los 4.000 m2 cubiertos con 7 aulas para dictado de cursos, un auditorio para 120 personas, bahías y salas para albergar los simuladores dinámicos y estáticos respectivamente, y sus correspondientes salas de briefing y debriefing.  El CEFEPRA permite el entrenamiento durante las 24 horas del día, con espacios intercalados para el mantenimiento preventivo de los equipos, realizado por el staff de técnicos de mantenimiento, capacitados por los fabricantes de aeronaves Embraer, Boeing y Airbus.  CEFEPRA no sólo abarca a los más de 1200 pilotos de la compañía, sino que también posee capacidad ociosa, orientada a ofrecer servicios de capacitación a terceros, tanto en la utilización de los equipos, simuladores, y aulas como en el procesos de instrucción WET brindado por los instructores habilitados a nivel local e internacional.  En ese sentido, pretenden desarrollar e implementar el Plan de Capacitación inicial en el marco de la creación de la aerolínea Alas Uruguay.

CEFEPRA posee salas con simuladores estáticos para optimizar el tiempo asignado a los simuladores dinámicos (FFS - Full Flight Simulators), que son verdaderas cabinas de mando con patas hidráulicas, capaces de reproducir con gran verosimilitud la sensación de la actitud de la aeronave en maniobras y situaciones de emergencia, a través de la combinación de imágenes tridimensionales proyectadas en la cabina junto a movimientos reales.  Los FFS disponibles para Embraer ERJ 190, Boeing 737-700 y 737-800, y Airbus A330/A340 son una copia de la cabina de mando con todos los instrumentos del avión, de acuerdo a su configuración original. Detrás de los paneles de instrumentos se encuentra una zona destinada para el instructor que tiene a su disposición una computadora con un un sistema IOS (Estación de operaciones del Instructor), permitiéndole la generación de fallas, variación de condiciones meteorológicas y diversidad de asignación de pistas, aeródromos y parámetros que permiten desarrollar el entrenamiento del piloto. De esta manera, el equipo simula el movimiento y respuesta a las acciones por parte del piloto ante las maniobras, junto a la visualización de la topografía, los aeropuertos y meteorología necesarias para el entrenamiento. 

Simultáneamente, CEFEPRA es una escuela certificada para capacitación de TCP (tripulantes de cabina de pasajeros) con aprobación del Programa ante la ANAC (Administración Nacional de Aviación Civil) de la República Argentina.  Para la fase práctica, cuenta con un Mock-up, que consta del fuselaje equipado con una réplica del interior de una aeronave, incluyendo asientos reclinables, lavatorios, cocinas (galleys), compartimentos para almacenamiento de equipaje con sistema de máscaras de oxígeno, altavoces para realizar los anuncios y sistemas de iluminación de emergencia, etc.  Allí se realizan procedimientos de apertura y cierre de puertas de manera real, junto a simulacros de procedimientos de emergencia, como la evacuación a través de toboganes, simulación de localización y extinción de fuego a bordo con humo real, despresurización con la caída de las máscaras de oxígeno, y preparación de cabina para aterrizaje de emergencia.  Cuentan, a su vez, con un simulador de fuego virtual, que permite ensayar la utilización de extintores de fuego de forma segura.  La serie práctica finaliza con los procedimientos de amaraje, para lo cual CEFEPRA tiene una piscina donde simular la supervivencia en el mar, junto al uso de los dispositivos de flotación de las aeronaves, tanto colectivos (toboganes/balsas) como individuales (chalecos salvavidas).  Asimismo, CEFEPRA realiza cursos sobre los distintos sistemas (parciales) o completos, orientados al personal de Mantenimiento de aeronaves, así como cursos mandatorios por IOSA (auditoría de seguridad operacional avalada por la IATA), incluyendo Interferencia Ilícita, Mercancías Peligrosas, CRM y Factores Humanos, Medicina Aeroespacial y Primeros Auxilios, entre los más destacados. 

Mientras tanto, por estas latitudes, el Ministro Enrique Pintado sigue afirmando la necesidad de contar con una Universidad del Aire orientada a los pilotos del mundo, a ubicarse en el aeropuerto de Laguna del Sauce, Punta del Este, que -en sus días pico- opera 3 frecuencias diarias por parte de compañías aéreas regionales.  ¿Cuál sería la ventaja comparativa de venir a Punta del Este, teniendo el CEFEPRA localizado en un hub (centro de conexiones) de carácter internacional como es el Aeropuerto de Ezeiza?

En nuestro artículo titulado “Los pilotos uruguayos y el alto reconocimiento internacional” planteamos algunas inquietudes respecto al mal asesoramiento que recibe dicho jerarca en relación a un supuesto plan estratégico de desarrollo logístico para el 2030.  Las aerolíneas hoy en día requieren que los entrenamientos recurrentes de sus pilotos insuman el menor tiempo posible; el período destinado a que los pilotos estén fuera de la orden de vuelo va en perjuicio de la productividad de los mismos y, por consiguiente, la compañía aérea pierde.  La capacitación técnica en simuladores de vuelo para pilotos habitualmente se realiza en jornadas de 3 a 5 días, por lo que -entre otros aspectos- la conexión aérea es imprescindible para asegurar un flujo continuo de tripulaciones hacia los centros de capacitación.  Por ello, Ezeiza es un excelente punto geográfico y estratégico para haber realizado este tipo de inversión.  Idealmente, las condiciones climáticas del lugar deberían ser estables para que este flujo de personas esté asegurado… mejor no hacer referencia a las nieblas, temporales, viento fuera de norma, entre otros factores meteorológicos que afectan a la localidad de Punta del Este.

Habrá que realizar entonces un “Benchmarking” (estudio de la competencia) antes de dar por válidas ideas innovadoras en el marco de la débil industria aeronáutica, apenas incipiente en el Uruguay.  Ojalá llegue un período de desarrollo con nuevos operadores comerciales, capaces de impulsar este tipo de emprendimiento de alta tecnología y especialización para un mundo donde la demanda de pilotos seguirá en aumento.

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