Avianca, la más grande aerolínea colombiana y una de las mayores de la región, decidió finalmente, luego de intensos rumores acerca de su quiebra, acogerse al "Chaptel eleven", el capítulo de la ley de bancarrota ante el cual han desfilado otrora, la virtual totalidad de las aerolíneas norteamericanas con el mismo fin, el de preservar y reorganizar los negocios de la aerolínea.

En 2011, en el PDA tratábamos el tema bancarrotas y decíamos: "American Airlines es la única empresa de Estados Unidos que no se ha acogido al Capítulo 11 de Protección de Quiebras (para entenderlo por aquí, un concordato) y junto a US Airways,son las únicas que no se han fusionado. Está claro que la compañía quiere evitar a toda costa acudir al capítulo 11 de la ley de reestructura, en el entendido que quiere salir de esta coyuntura complicada con la participación de la gerencia y los empleados de la compañía. Pero todo estaría indicando que American Airlines va en camino a dar ese paso, lo que implicará un reordenamiento general de la situación económico-financiera, incluido el cese de traspaso de fondos de pensión de sus funcionarios, los que como indica la práctica, en algún momento posterior se verán recompensados con acciones u otros métodos similares".

Recién a fines de 2019 American resolvió finalmente presentarse a quiebra. “Básicamente no paran sus operaciones pero le están pidiendo a la Corte que declare que están en una situación en que son insolventes, que no tienen suficientes activos para venderlos para poder pagar todas sus deudas", dijeron desde el Estado estaodounidense. "En esta situación la Corte ya dice que es insolvente y entonces le da el derecho a reestructurar todos los contratos que ha tenido de antemano, y al poder reestructurar esos contratos pueden rebajar sus costos operacionales y entonces seguir operando”. Ahora, en 2020, es desde Avianca que se asegura que "Acogerse a este proceso “fue necesario”, luego de una reducción de los ingresos consolidados de la aerolínea en un 80%".