El vuelo 1463 de United Airlines que había despegado de Chicago con destino a Santa Ana, Callifornia, operado por un Boeing 737-700 tuvo que realizar un descenso rápido y posterior aterrizaje de emergencia en Wichita a las 10:36 PM hora local. Afortunadamente, nadie resultó herido, y no hubo daños estructurales significativos en el incidente.
Los toboganes están contenidos en una carcaza plástica adosada a cada puerta de la aeronave, y mediante el enganche de una barra metálica a nivel del piso, permanecen en “armado automático” para el caso de una evacuación. Al momento de la apertura de una puerta en situación de emergencia, el tobogán es capaz de inflarse en tan solo 6 segundos, por medio del aporte de aire de botellones de nitrógeno y unas válvulas de tipo Venturi. Incluyen un comando manual de inflado (para el caso de falla del automático) y un comando de desconexión (para el caso de que tome fuego y así evitar la propagación hacia la aeronave).
Algunos toboganes pueden utilizarse como verdaderas balsas en situación de amaraje de la aeronave. Los mismos poseen elementos de flotación adicionales, tales como ancla de arrastre, toldo para protección, luces de localización, anillo de salvamento, cinta externa de supervivencia y escalerillas de abordaje. Además, incluyen kits de supervivencia con diversos implementos tales como balde de achique, espejo señalizador, tintura de agua, bengalas para uso diurno o nocturno, elementos esenciales para contribuir a la localización por parte del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR).
Antes de instalarse en una aeronave, cada tobogán debe superar una serie de ensayos muy estrictos relacionados con la seguridad, su capacidad ignífuga y demás requisitos técnicos. La pintura característica color gris aluminio debe asegurar la aislación de un posible fuego por al menos 90 segundos, el tiempo requerido para la evacuación de una aeronave en emergencia. Finalmente, se aplica un procedimiento de plegado especial de forma de asegurar un correcto despliegue e inflado en caso de emergencia. Los toboganes tienen una fecha de validez, y deben sustituirse completamente por parte del servicio de Mantenimiento del operador aéreo bajo un ambicioso control de calidad.
Si bien la tripulación de cabina en el 60% de los casos resulta responsable por el despliegue involuntario de toboganes (en tierra), producto de fallas en los Procedimientos Operativos Standard (SOPs), falta de entrenamiento, trabajo bajo presión y sobre-carga de actividades, fatiga, errores en la comunicación y otros factores, este caso de inflado hacia el interior de la aeronave en pleno vuelo no es muy habitual en la industria.
Uno de los pasajeros, Taylor Martínez, publicó en su cuenta de Twitter @TMAGIC la foto de lo sucedido, donde puede verse el área de salidas traseras del avión totalmente obstruida por el inflado del tobogán. Ahora será el trabajo de las autoridades correspondientes y la NTSB (National Transportation Safety Board) la investigación de las posibles causas de dicho incidente, de forma de contribuir a elevar los niveles de seguridad en la aviación comercial.
Portal de América por @alejandrospera