En estos momentos, a algo menos de dos meses para el inicio de la temporada de verano en el hemisferio norte, existe un claro exceso de oferta de media y larga distancia a la que difícilmente podrán dar salida en su totalidad.

“Hay más programación que nunca. Muchas empresas van a tener que dar marcha atrás, con el coste que ello conlleva”, indica a Preferente el líder de unos de los turoperadores punteros del mercado español.

Este explica que a la sobreoferta, con una capacidad muy superior a la de los años previos al Covid-19, se suma el desorbitado incremento de los precios. “Un viaje a Egipto, que antaño podría rondar los 1.000 euros, ahora se está intentando vender por 1.600 euros”.

Este fortísimo incremento de precios, unido al impacto que está teniendo la inflación y la subida de los tipos de interés (y por ende de las hipotecas) en las familias, está provocando una ralentización en la contratación de viajes.

No obstante, fuentes consultadas por Preferente aseguran que tras la Semana Santa es normal que se produzca un bajón. “En las próximas fechas habrá que ir viendo cómo se comporta la demanda para empezar a tomar decisiones respecto a la programación”, apuntan.

 Portal de América - Fuente: preferente