Como parte de este proceso, Aerolíneas debió mudar 38 frecuencias diarias. Los destinos que se trasladaron a Ezeiza desde Aeroparque son nueve. “Con estas operaciones, Aerolíneas sumará 56 vuelos promedio diarios desde el aeropuerto internacional”, sostuvo la firma.
La determinación oficial también tuvo impacto en Latam. La aerolínea anunció que desde este 1° de abril pasará a Ezeiza sus vuelos a San Pablo (Brasil) y Santiago de Chile que salían desde el Aeroparque.
“Los pasajeros afectados ya han sido reprogramados y notificados a través de nuestros canales de comunicación”, indicó la compañía aérea. En total son 35 frecuencias semanales (14 a Brasil y 21 a Chile), detallaron fuentes de la empresa ante la consulta de Clarín. Otras 35 ya habían sido trasladadas hace 11 meses.
Si bien la decisión de “desregionalizar” el aeropuerto se había tomado en julio 2017, recién en abril del año pasado se le puso fecha. Se resolvió hacerlo en dos etapas: la primera se efectuó en mayo de 2017 y la segunda, a partir de este lunes.
La resolución ordenaba que el 50% de los vuelos regionales que operaban desde el Aeroparque Jorge Newbery debían trasladarse al aeropuerto de Ezeiza. Se trataba en la práctica de todos, a excepción de los que tienen como destino u origen en Uruguay.
Con este traslado, Aerolíneas buscará potenciar las interconexiones con las que opera en Ezeiza. Tendrá vuelos al aeropuerto internacional desde Córdoba, Mendoza, Salta, Mar del Plata, Bariloche, El Calafate, Iguazú, Trelew, Rosario, Tucumán y Ushuaia. Y desde Santa Cruz de la Sierra, Asunción, Curitiba, Florianópolis, Porto Alegre, Porto Seguro, Rio de Janeiro, San Pablo y Santiago de Chile. Estos vuelos se suman a los que ya operaban desde el aeropuerto Ministro Pistarini: Bogotá, Cancún, Lima, Madrid, Miami, Nueva York, Punta Cana, Roma y San Salvador de Bahía.
Por otra parte, Aerolíneas agregará un vuelo diario desde Montevideo a Ezeiza, buscando también captar pasajeros del otro lado del Río de la Plata para destinos internacionales.
La compañía reprogramó los horarios de esos vuelos de manera de que, en la mayoría de los casos, haya una espera menor a 2,5 horas entre el arribo de un vuelo interno o regional y la salida del internacional. Y viceversa. “Esto permitirá desplegar un nuevo modelo de negocios pudiendo vender tarifas al destino final, con una mejor oferta horaria y, por ende, un mejor servicio al pasajero. Al mismo tiempo, permitirá a la compañía planificar y expandir su operación en Aeroparque al aliviarse el tráfico aéreo”, sostuvo la empresa.
Portal de América - Fuente: Clarín