"No quiero que mi cara se conozca en Uruguay", dijo ante el requerimiento de los colegas de Búsqueda cuando le pidieron que escaneara y enviara por e mail su pasaporte para verificar su identidad.

Ante la pregunta de los colegas si no pensaba venir a Uruguay respondió: "¿Quieren que ponga un pie en Uruguay? ¡Pero si yo he estado amenazado de muerte en mis oficinas! Entró alguien amenazando a mis empleados, preguntando dónde estaba yo que me iban a pegar un tiro".

En la entrevista Álvarez reconoce estar en quiebra, dijo que antes manejaba un Mercedes Benz, que tenía una casa de 1.500 metros cuadrados y que sus seis hijos estudiaban antes en Irlanda en un colegio inglés  y que ahora van a un colegio público español y que no pueden comer allí porque le cuesta 4 euros por niño y no los puede pagar.

Afirmó también que recibió un pago de Juan Carlos López Mena de 500 mil euros (unos 700 mil dólares) y que tiene toda la documentación para probarlo.

Uno de los pasajes más relevantes del diálogo de Álvarez con el periodista de Búsqueda es cuando el colega le pregunta si habló con alguien del gobierno y él responde: "Nunca, jamás me han permitido —ni he querido— comunicarme con alguien del gobierno. ¡Pero si es que yo soy un puto monigote aquí! Creí que íbamos a hacer un negocio y lo que han hecho ellos es tomarme el pelo".

Cuando se le pregunta a quien se refiere cuando dice "ellos", responde: "A Buquebus y al gobierno. Yo solo tengo constancia que Buquebus y alguien del gobierno estaban en connivencia para desarrollar esta operación. Eso lo digo aquí y delante de Jesús si hace falta".

Preguntado a que operación se refiere contesta:

"Es muy simple. Yo hago el gesto de comprar los aviones —que jamás los iba a traer a España, por supuesto— y llega López Mena, negocia conmigo, me los compra por menos precio y se ponen el gobierno y López Mena la medalla de decir: "Somos unos héroes, al pueblo uruguayo le mantenemos la conectividad". Dame la mano, dame mis millones y me voy".

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