por Sergio Antonio Herrera, @DelPDA en Twitter

Dice "El Observador": "Lorenzo destacó también ahorros generados por las gestiones del fideicomiso de Pluna. Dijo que por la gestión de ese organismo se lograron devolver los seis aviones adquiridos en Leasing (arrendamiento con derecho a compra) sin costo para el Estado por penalidades".

Y eso, es un mérito autoadjudicado de forma improcedente.

El contrato de leasing sin garantía por los seis últimos Bombardier traídos por Pluna S.A. fue gestionado y obtenido por el directorio de ese momento, presidido por Campiani, gracias a la imagen que pudo evaluar el banco canadiense actuante.

Si algún mérito puede adjudicarse el gobierno con respecto a esta media docena de CRJ´s es haber cumplido con la obligación de mantenerlos.

Pero un conductor de la economía de un país, que además jugó un papel muy importante en el insólito cierre de una empresa con 75 años de historia, ícono de un país, no puede sostener como lo hace, que el cierre de Pluna costó nada más que 33 millones de dólares.

Cuando se pase raya finalmente y se conozcan los verdaderos resultados de esta herejía, multiplicando por diez esa cifra aún no se alcanzará la verdadera suma que perdió, pierde y perderá Uruguay por esta infeliz decisión de la cual Lorenzo junto al presidente Mujica es uno de los principales responsables.

Según El País, el Ministro de Transporte Pintado dijo: "el acuerdo entre la cooperativa de trabajadores que piensa operar Alas U y el Fideicomiso que posee los bienes de Pluna aún no se ha firmado".

A esta interpelación le faltaron algunos interpelados.

Si Moreira y el Partido Nacional querían saber algo acerca de la marcha del proyecto Alas Uruguay, deberían haber llamado a sala a Guerrero y Buonomo, los verdaderos actores oficialistas en esta cuestión.

Créase o no, el Ministerio de Transporte está totalmente por fuera de este asunto hace meses, a tal punto es así que el ministro sigue refiriéndose a la nueva aerolínea como "la cooperativa de trabajadores".

El gobierno del FA le sirve en bandeja con el caso Pluna un arma letal a la oposición para que le pegue todo lo que quiera y cada anuncio de intención de voto de las acerditadas consultoras nacionales que se conocen públicamente, le adjudican menos porcentaje a los partidos tradicionales.

Por su parte el gobierno no satisfecho con el desastre iniciado con la medida tomada el 5 de julio de 2012, se embarca en una nueva historia a la que conocemos como Alas Uruguay y no solamente la está dilatando en el tiempo de modo increíble, sino que está negociando desde una posición dominante que es poco entendible y que esperamos, no traiga consecuencias más lamentables aún.

Nos vemos.


* Para la RAE: Partidario que se gana para una facción, parcialidad o doctrina

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