Según datos recogidos por Vozpópuli de la página web Inside Airbnb, la capital cuenta con algo más de 20.000 viviendas de uso turístico (VUT) pertenecientes a esta plataforma, de las cuales más de 9.000 se encuentran en pleno centro. Para que se hagan una idea, en Sol ya hay muchos más pisos vacacionales que menores de edad (1.209 frente a 666).

De estos datos, el 73,6% corresponden a alquiler de apartamento completo, mientras que el 23,5% se trata de habitaciones privadas. Otro 1,8% son ofertas de habitaciones compartidas, dejando un insignificante 1,1% para las habitaciones de hotel.

Algo similar ocurre en el barrio de Salamanca, que alcanza la cifra de 1.422 VUT. En cambio, grandes zonas madrileñas como Atocha o el aeropuerto de Barajas, apenas cuentan con 14 y 9 viviendas turísticas, respectivamente, algo relativamente extraño teniendo en cuenta su localización.

“Son el origen de grandes molestias”

Esta alza desmesurada sigue provocando falta de pisos para los ciudadanos. El responsable de Urbanismo y Vivienda de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid, Vicente Pérez, explica que “la avalancha de pisos turísticos trae muchos problemas a los vecinos de la ciudad de Madrid. Por un lado, si miles de viviendas se retiran del mercado del alquiler, hace que aumenten los precios de los alquileres, ahogando a los habitantes”.

Además, los Airbnb son el detonante de innumerables problemas de convivencia para los residentes. Pérez asegura que originan “grandes molestias como el ruido por la noche, la suciedad, la sensación de inseguridad...”. “Nos estamos convirtiendo en parques temáticos”.

Así, considera que la solución es que se cumplan las normas del Ayuntamiento de Madrid. "El 95% de estos pisos son irregulares. El Ayuntamiento exige que para que uno pueda abrir un Airbnb, el apartamento tiene que tener un acceso independiente. La gran mayoría incumplen la norma”.

Portal de América - Fuente: preferente