por  Damián Argul

De hecho sabemos de muchos casos en todo el mundo, en que las estimación de los prestadores de servicios, no coinciden con el triunfalismo que se pregona.

Esto se explica por la amplitud del término turista, que abarca diversas modalidades de viajeros, cuyo gasto no se distribuye exclusivamente en la  Industria.

De todos modos la difusión de estas cifras es muy positiva desde  el punto de vista promocional,  por aquello de “¿a donde vas Vicente?” y sobre todo porque siendo el Turismo una actividad relativamente reciente y definitivamente poco entendida, llaman la atención del público y especialmente del poder político.

Es una muy buena forma de crear la tan ansiada “conciencia turística”.

Otra arista del tema es la impresión que causan algunas declaraciones de resultados, en las que quienes las formulan parecen estar rindiendo exámenes sujetos a su aprobación o reprobación.

Son tantos los factores que inciden en el movimiento turístico, que no siempre es lícito adjudicar a los distintos actores, responsabilidad directa en el aumento o la disminución del volumen de viajeros.

El caso de la “primavera árabe” y la forma en como redistribuyó el turismo en la cuenca de el Mediterráneo, es por demás elocuente.

Por todo lo anterior es  necesario que estos grandes e impactantes anuncios, que acaparan los titulares de la prensa, sean acompañados por un desglose pormenorizado de los datos. El Ministerio de Turismo de Uruguay, por ejemplo, lo hace de la mejor manera posible, pero su información debe ser analizada en profundidad en distintos círculos, de manera que permitan evaluar la gestión del turismo tanto a nivel público como privado.

De esta forma tendremos una visión clara para insistir en lo que se hace bien, corregir lo que se hace mal  y sobre todo, innovar para diferenciarnos de una competencia cada vez más agresiva.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com