La desaparición de Spanair ha pasado casi desapercibida por la prensa catalana y la nacional, a pesar de los puestos de trabajo perdidos. Mientras compañías como Ryanair, EasyJet o Air Berlín son en estos momentos los protagonistas sin olvidar a Iberia de una discusión demagógica sobre las ayudas, ya sean vía marketing o de cualquier otra forma. Aunque finalmente el dinero sea de los contribuyentes, estamos presenciando el espectáculo del nuevo circo de la aviación europea, en la que incluye a payasos para que no nos falte la risa.

Spanair se ha ido del mercado gracias a los políticos catalanes. El pueblo en general es un rebaño unas veces estúpidamente paciente y otras  ferozmente rebelde. Los gobiernos le dicen diviértete y se divierte. Le dicen vota al Rey y vota por el Rey, Luego le dicen vota por la Republica y vota porla Republica. Tendremos una compañía aérea del pueblo y para el pueblo y les creen.

Los que dirigen son igual de tontos, pero en vez de obedecer a unos hombres, obedecen a unos principios, los cuales no pueden ser sino necios, estériles y falsos, por el mero hecho de ser principios, es decir ideas tenidas en cuenta por ciertas e inmutables en este mundo dónde nadie está seguro de nada.

Todas las compañías de low cost o tradicionales han recibido ayudas del dinero de los contribuyentes. El circo ha comenzado su espectáculo, solo nos queda por ver que todo aquello que ha sucedido antes no volverá a ser visto jamás.