Pero el anuncio hecho por Fernando Conte, presidente de Orizonia, sobre que no descartaba una fusión con ramas de Globalia, puede suponer una esperanzadora noticia para quienes trabajan en el grupo de los Hidalgo, que también había tirado por esa dirección.

Las primeras medidas de Globalia antes de llevar el ERE que anunció a final de verano su presidente han sido la venta de sus divisiones PepeCar y PepePhone, lo que pone de relieve la buena intencionalidad de Juan José Hidalgo con su plantilla de que sean ellos los últimos en quienes recortar.

Con las ventas del rent a car y el operador móvil Globalia ha sacado un pellizco sabroso, y la solución a varios de sus problemas podría ir por ahí. El conglomerado goza de un reguero de marcas de las que solo tres son verdaderamente estratégicas, y de las que dos de ellas ya sufren el goteo de recortes.

Air Europa reducirá flota en cerca de un 20 por ciento, mientras la red de agencias de viajes Halcón pierde oficinas al ritmo aproximado de una diaria. Ello quiere decir que en Globalia están empleándose a fondo para que el grupo vuelva a ser rentable, y aprovechar sus marcas turísticas, probablemente las más apreciadas del país.

A Globalia, ante la imposibilidad de vender todo el grupo de una tacada a causa de la falta de interesados, le quedan como activos no estratégicos Latitudes, Tubillete.com, welcomebeds.com o Groundforce, sin por supuesto olvidarse de Be Live.

Una fusión de las redes de agencias de viajes de Orizonia y Globalia sería impensable, pero no así en otros campos. Ambos grupos poseen touroperadores de larga distancia, mientras uno es fuerte en el negocio aéreo y el otro tiene más músculo en Internet. A partir de ahí, todo es sentarse y hablar…

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