Los pilotos de Iberia han tomado una senda parecida. La huelga anunciada será la más leve posible, con solo dos días de paros. Los servicios mínimos que decreta Fomento garantiza a las aerolíneas un cierto margen para reducir pérdidas y recolocar a los pasajeros con bastante antelación.

Los pilotos de ambas aerolíneas han coincidido en proponer rebajas de sueldo, algo bastante inusual en otros sectores, aunque también es cierto que sus retribuciones no son iguales que el resto de empleos. Las direcciones tanto de Air Europa como Iberia han respondido a estas proposiciones sin exceso de tacto.

Las versiones del Sepla son bastante convincentes a la hora de argumentar sus paros. En ambos casos parece innegable que el convenio colectivo no se ha respetado en algunos puntos. Los abogados del bufete Sagardoy batallan desde hace semanas para demostrar la legalidad de las medidas tanto de Iberia como de Air Europa.

En el caso de la mayor aerolínea española, el sindicato de pilotos ha revelado datos escalofriantes sobre el acuerdo con BA, que solo el tiempo demostrará si son ciertos o no, y que de serlo será preocupante hasta para España como potencia económica.

Una huelga de pilotos siempre supone un obvio perjuicio para el sector turístico, por el mero hecho de anunciarse, pero cabe considerar los argumentos de los pilotos, que en otros sectores se verían con mejores ojos la convocatoria de paros.

Los pilotos de Air Europa, la aerolínea española que cae más simpática, han dado ejemplo con una reconsideración de su postura a fin de poner su granito de arena para mejorar la situación del grupo en el que trabajan. Los términos de la huelga de Iberia son esperanzadores de que su colectivo de pilotos seguirá también una senda constructiva.

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