por Álvaro Alcocer

Las agencias españolas tenían en la falta de un representante claro uno de sus grandes perjuicios. No había en este país un lobby del nivel que ABTA y DRV suponen en Inglaterra y Alemania, cuyos frutos son mayor protección financiera y justicia respecto a sus proveedores.

La ansiada unidad sectorial de las agencias de viajes y los touroperadores ha coincidido con la aplastante victoria electoral de Mariano Rajoy y con el trance más delicado que pasan las agencias de viajes en las últimas décadas. Rafael Gallego se convierte en el interlocutor único del sector que más necesitaba de una figura como la suya.

CEAVyT, como ha reconocido Gallego, ha seguido la senda de lo que la Cehat logró hace unos años, y cuyos resultados son claros desde entonces. El ejemplo que ha elegido el flamante presidente de CEAVyT no ha podido ser más acertado. El sector debe agradecerle a Gallego su buen talante, acierto y paciencia a la hora de conseguir que se escuche alto y claro a las agencias.

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