por Raúl Huerta

La de piloto de aviación comercial es una profesión que levanta envidias fácilmente. Altos salarios, hoteles de lujo… pero acorde generalmente a su alta responsabilidad. En algunos casos si que puede ser que sus condiciones estén desfasadas pero los nuevos contratos son muy diferentes y cada vez más lógicos con los tiempos que corren. Además, es natural que si ven su puesto de trabajo peligrar muevan ficha.

Ese movimiento ha sido una huelga, pero los pilotos insisten una y otra vez en que se ha tomado esta decisión toda vez que la compañía se ha negado en repetidas ocasiones a una negociación. Esta postura de la compañía no es lógica, lo normal es reunirse e intentar llegar a un acuerdo. Pero quizás ese acuerdo no le interese a día de hoy a la empresa.

El caso es que la táctica de Air Europa de momento está funcionando y hay muchos empleados de Globalia que ya ven a los pilotos como los culpables del ERE y nada más lejos de la realidad. Su huelga no está haciendo daño a las cuentas de Globalia, cuyos números rojos vienen de otro lado. Halcón Viajes y Travelplan no son lo que fueron y las ventas están bajando, además la experiencia hotelera de Hidalgo es mejor olvidarla.

La táctica del presidente es clara. Atacar a los ‘sepleros’ como él los llama y culparles de todos los males, de las millonarias pérdidas del grupo. Pero en ningún momento habla de Halcón, de las pérdidas en varias comunidades por la caída de las ventas ni del conflicto con Pueyo que le ha costado caro en el segmento hotelero.

Globalia tiene 25.000 empleados de los cuales menos de 3.000 están en Air Europa y algo más de 500 son pilotos, apenas un 2%. Yo me niego a creer que por culpa de este 2% se tenga que hacer un ERE en todo el grupo, cuando además los vuelos cancelados han supuesto pocos problemas. La débil situación económica viene de más atrás y también de otras divisiones.

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