por Raúl HuertaCon cientos de amigos en Facebook, cuando este turista se decide a viajar, anuncia a los cuatro vientos el destino elegido, y sus contactos le sugieren actividades, hoteles, playas o comidas que no se debe perder en su escapada. El boca-oreja de toda la vida sigue funcionando pero en clave 2.0. Todos hemos escuchado los consejos y las críticas de nuestros amigos, familiares y conocidos, pero de un tiempo a esta parte, han ido ganando fuerza las críticas y los consejos anónimos, y eso es entrar en arenas más movedizas.
Las páginas de opiniones tipo TripAdvisor han sido un auténtico quebradero de cabeza para hoteleros y empresas turísticas, cada vez más preocupados por obtener críticas positivas, pero que al ser anónimas, son fácilmente manipulables. El hecho de que ahora TripAdvisor esté siendo investigada por la Autoridad británica de Estándares de Publicidad (ASA) tras haber recibido quejas alertando de críticas falsas sobre hoteles y restaurantes, rebajará de algún modo la angustia de esos empresarios ansiosos de buenas opiniones.
La famosa web ya ha retirado el pretencioso lema “críticas en las que puedes confiar” por uno más real “críticas de nuestra comunidad”. Muchos empresarios respiraran más tranquilos y cuando reciban malas críticas alegaran al anonimato de la fuente para restarles credibilidad, pero ni una cosa ni la otra. Ni TripAdvisor era el oráculo del sector, aquel que decidía qué era lo bueno y qué lo malo, ni ahora hay que quitarle toda la credibilidad, ya que la puerta abierta por esta y otras webs similares es algo a tener muy en cuenta.
Del turista de sol, playa, terracita y paellita al nuevo turista de Internet no se pasa de un día para otro, será un proceso largo y webs como TripAdvisor han marcado un camino, pedregoso, pero por el que ya desfilan millones de personas y hay que tenerlo muy en cuenta, aunque en sus opiniones ya no se pueda confiar tanto.
Portal de América - Fuente: www.preferente.com