por El Indiscreto

Las manifestaciones de trabajadores a las puertas de la sede de Globalia en Mallorca se han convertido en una muestra de músculo por parte del dueño del grupo. La dirección del conglomerado se ha encargado de propagar el apoyo de los empleados a la empresa.

Según sus cálculos, hasta 400 trabajadores secundaron la protesta. Probablemente fueran menos, y no todos los manifestantes lo hicieron para apoyar a Hidalgo, sino en contra de la medida extrema anunciada por el Sepla. Que no es lo mismo una cosa que otra.

Los pilotos de Air Europa que acudieron al hotel de Madrid donde se celebró la esperada reunión con el dueño de la aerolínea salieron con un mosqueo notable. Primero, porque ellos no eran el Sepla. Segundo, por la duración de la cita, que había sido convocada por la empresa. Y tercero, porque ni se les dio voz para que se aclarasen algunas de sus dudas.

Este digital ya desveló que los comandantes más veteranos de Air Europa no veían con buenos ojos la huelga, que consideraban una decisión algo exagerada dada la situación. Así que tanto una parte de los pilotos como la mayoría de trabajadores del grupo preferirían que no hubiera huelga.

La presión sobre el Sepla va a ir en aumento a medida que se acerque el primer paro previsto. Pero la actitud de Hidalgo no parece que vaya a ayudar a que el sindicato se eche para atrás, ya que podría interpretarse como una muestra de debilidad. Los empleados lucharán por lo que creen mejor, que no es otra cosa que mantener su puesto. Y da la sensación en que coinciden en que lo mejor es que se desconvoque la huelga. Que no quiere decir que estén de acuerdo con algunas actitudes de su empleador.

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