por Alfredo Villagrán y Arévalo

El anuncio se hizo el pasado martes, un día después de que concluyera el evento en Acapulco, lo que sin duda causó revuelo, sobre todo entre turisteros y autoridades del puerto (como era de esperarse).

La (lógica) reacción del sector turístico en Guerrero no se hizo esperar, y a través de una carta dirigida al presidente Calderón y a la opinión pública, manifestaron su indignación y rechazo al anuncio de la Secretaría de Turismo, que dicho sea de paso, en voz del subsecretario de Innovación y Calidad de la Secretaría de Turismo, Héctor de la Cruz, aseveró que la decisión no fue unilateral, sino a petición de gobernadores, secretarios de turismo, operadores nacionales e internacionales, directivos de líneas aéreas, hoteleros, académicos y dirigentes empresariales.

Los argumentos de Sectur para realizar el Tianguis Turístico fuera de Acapulco son los siguientes: brindar la oportunidad a otros destinos para que sean sede de este evento y generar riqueza en otras regiones del país, además de promocionar todos los atractivos turísticos del país.

Lo anterior sonaría aceptable si no fuera porque Acapulco actualmente está viviendo uno de sus peores momentos. Aquel esplendor que vivió en los años sesentas y setentas ahora se ve opacado por una ola de violencia. Pero además, este bello lugar ha caído en el descuido, y ha sido responsabilidad de sus gobernantes, quienes lejos de trabajar por el destino y para atraer mayor inversión pública y privada, han sumergido a este destino turístico mexicano en el abandono.

Como turista, genera desconfianza trasladarse en un transporte público de quinta, con taxis sucios y deteriorados, con choferes que muchas veces tratan de manera grosera al usuario, además de que no hay lugares atractivos. Igualmente hace falta mayor limpieza, comercializar nuevos productos y mejorar las playas.

Y si hablamos del Centro de Convenciones, el lugar ya no es apto para albergar eventos de la talla del Tianguis Turístico; el lugar es viejo y ya no cuenta con los servicios adecuados para atender a los participantes.

Quizá la idea de volver al Tianguis Turístico itinerante sea una oportunidad para que Acapulco resurja, para que las autoridades trabajen en conjunto y establezcan un plan de acción que posicione nuevamente al puerto.

La violencia es algo que lamentablemente afecta a todos los destinos, no solo de este país sino del mundo, pero también es cierto que con una buena estrategia, en donde trabajen autoridades de los tres niveles de gobierno con la iniciativa privada, y que esté regida por la innovación y la creatividad, sin duda se logrará salir adelante. Hay que hacer que el TURISMO sea el PRESENTE Y FUTURO DE MÉXICO.

fuente: revistabuenviaje.com

imagen: dondehoteles.com