por Fernando Urrea

También el nombre, Scala, que remite a la ópera de Milán, a la “escala Dei”, a cadena, a sala de fiestas, a casino... Todo raro y ambiguo.

El globo tiene un agujero por el que se escapa el aire. Ya han bajado la escala. Es cierto que estos macroproyectos suscitan prejuicios y opiniones contrarias por lo difícil que resulta aceptar que una idea como esta pueda concretarse, y que además pueda tener futuro turístico, pero los últimos datos son clarificadores. El montante de la inversión, la superficie del complejo, el número de casinos previstos y los puestos de trabajo han mermado hasta la mitad, pero todavía quedan en el proyecto suficientes datos para considerar esta obra como lo nunca visto ni pensado para un pueblo que no llega a los mil habitantes, en una zona deprimida, lejos de cualquier zona turística de visitantes durante todo el año, sin infraestructuras ni servicios. Porque no solamente se trata del complejo, sino que habría que montar una ciudad para las familias de los 15.000 empleados del complejo. Estaba previsto que fueran 26.000. Se ha intentado justificar la viabilidad por el éxito de Las Vegas, incluso por paisaje agreste y ciudad solitaria, pero no, ni es ni será lo mismo. El globo empieza a desinflarse y el proyecto sigue pareciendo raro, ambiguo y desproporcionado. Y el caso es que el mundo del turismo no debería tener prejuicios. Si hay gente dispuesta a invertir para construir, promocionar y traer muchos turistas a esa zona de España sin ninguna ayuda oficial, pues bienvenida sea. Pero el buen deseo no puede evitar un punto de desconfianza con crisis y sin crisis.
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NdR: Gran Scala  macroproyecto del ILD (International Leisure Development) para  Los Monegros, Aragón.

Prevee la construcción de 32 casinos, 70 hoteles, 6 grandes parques temáticos (y 12 pequeños), museos, campos de golf, centro comercial y un hipódromo, aspurand a tranformarse en Las Vegas europea.

fuente: preferente.com

imagen: news.soliclima.com