por Alfredo Villagrán y Arévalo
Y en eso hay que trabajar. Hoy más que nunca es urgente mostrar el mejor rostro del país. Hace unos días la Confederación de Cámaras de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco-Servytur), lanzó la campaña “Hablemos y actuemos bien por México”, esfuerzo al que desde luego nos sumamos.
Hablar bien de México no significa maquillar cifras o dejar de informar sobre lo que sucede en el país. Más bien la estrategia tendría que ir encaminada a resaltar los atractivos de esta nación, que son innumerables.
Además de hacer una campaña que destaque la seguridad para el turismo, también hay que mostrar destinos que son poco conocidos e impulsar otros segmentos, como el de naturaleza y aventura, muy atrayentes, sobre todo para los jóvenes.
Un tema de seducción para el turismo extranjero, sobre todo para el mercado europeo que gusta de visitar lugares con historia, son los sitios arqueológicos localizados en territorio nacional. Para darnos una idea de la riqueza con que contamos, tan solo en el estado de Oaxaca existen entre cuatro mil y cinco mil zonas arqueológicas, muchas de ellas majestuosas y otras quizá más pequeñas, aunque no por ello menos ricas en historia.
La oferta turística mexicana también cuenta con diversas rutas, como la de Don Vasco, en Michoacán, que recientemente recibió el premio como Mejor Producto Internacional y fue ganador absoluto del XVI Concurso del Mejor Producto de Turismo Activo, organizado por el foro turístico de nivel mundial, la Feria Internacional de Turismo (Fitur) 2011.
Este reconocimiento fue una muestra de que México oferta productos originales, que además contribuyen al desarrollo sostenible y generan empleos y bienestar, aparte de ser una ventana de promoción que se puede proyectar desde plataformas internacionales.
Hablar bien de esta tierra también es dar a conocer al mundo el México moderno, con ciudades que poseen infraestructura para la celebración de eventos de primer nivel, con edificios inteligentes que se construyen pensando en el cuidado al medio ambiente, y si bien es cierto que esta tendencia es incipiente, ya estamos en el camino.
Seguir enumerando los atractivos de este país nos tomaría demasiadas páginas, y lo que hemos nombrado es solo un ejemplo de la riqueza y diversidad mexicanas, sin contar con la hospitalidad y el carisma que nos caracteriza.
Sin duda seguir trabajando en la diversificación del producto, en canales más eficientes para la promoción, en una mayor y mejor capacitación y en hacer eco de las noticias buenas, que también las hay, es el reto y al mismo tiempo parte de la solución para proyectarnos como un país líder en TURISMO, PRESENTE Y FUTURO DE MÉXICO.
fuente: revistabuenviaje.com
imagen: revistadelacarolina.com