por Fernando Urrea

Bueno, autocitas aparte, las cifras no dejan lugar a dudas porque, según los datos de diciembre, el País Vasco recibió más de dos millones y cuarto de turistas, con un crecimiento del 12 por ciento, incremento que no se ha dado en ningún otro destino español.

Como dato curioso, agosto era el peor mes en la hostelería vasca. Ya no lo es, y no solamente por el efecto Guggenheim, sino también porque ha funcionado la oferta rural, los itinerarios, Alava y su entorno vinícola, San Sebastián con sus grandes eventos -sin kale borroka y sin territorio hostil en el casco viejo-, la gastronomía, toda la costa… Los comunicados de tregua de ETA y el ambiente de tranquilidad que ahora se vive en Euskadi han sido decisivos para que el turista recuperara la confianza o descubriera esa zona de grandes atractivos exteriores e interiores.

Y va a más porque grandes cadenas hoteleras tienen planes para el País Vasco. De momento, Hilton ya ha anunciado que abre hotel en Bilbao. El turismo quiere eso: atractivos, paz, seguridad, calidad y un punto de amabilidad.

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