Por eso llama la atención que un medio de prensa como Panrotas de Sao Paulo, destaque el acierto y la originalidad de un convite de Lufthansa y Swiss.

En uno de los mejores restaurantes de la ciudad, un grupo de profesionales de turismo, fueron recibidos en la cocina, para aprender a cocinar las especialidades de la casa. A cargo de afamados chefs los invitados disfrutaron diversas especialidades en un ambiente tan descontraído y de camaradería que motivó el mencionado destaque.

Recordamos cuando en el seminario, de una gran corporación, el corte del medio día consistió en un mini campeonato de voley y un saludable  almuerzo. Todos se deben haber olvidado en que consistió el almuerzo, pero cada vez que nos encontramos los participantes de aquella amistosa competencia, nos recordamos quien ganó a quien, quien jugó con quien.
Resultó una formidable forma de estrechar vínculos entre los ejecutivos de la compañía,  sus representantes y la prensa especializada,

En ocasión de un Congreso, Álamo rent a car, recibió a los participantes  en el estadio de los Cowboys de Dallas. Los invitados entraban al campo de juego en sus Álamos, mientras eran recibidos por un grupo de jugadores con su equipo, las porristas, la grabación de una atronadora  ovación que salían un estadio de gradas vacías y los tableros centellaban dando la bienvenida. Inolvidable. Pero no más que cuando con un grupo de congresistas llegamos al Aeropuerto de Bariloche y una fila de alegres y risueños niños nos daba la bienvenida agitando las banderitas de todos nuestros países y ofreciendo los típicos chocolates de la zona.

Algunas compañías apuestan a la originalidad de sus coffee breaks y hoy se las ingenian para que en toda  la mesa, su decoración y lo que sirven esté entonado en un solo color.
De estos eventos uno rescata lo que aprendió o los resultados logrados, pero estos recuerdos los potencian, sobre todo si son novedosos y nos sorprenden gratamente.   

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