por Damián Argul, desde Montevideo

Este Ministerio lleva adelante, desde hace algún tiempo un plan de turismo para “quinceañeras”, un producto que al parecer no es del agrado de nuestro Primer Mandatario.

Puede ser que el señor Mujica no se refiriera específicamente al producto en sí, sino a la frustración que produce en quienes no pueden participar de estos viajes.

No nos sentimos capacitados para opinar públicamente sobre este tema, pero sin duda, sea cual sea la imposibilidad de participar de estos viajes, económica, de escolaridad o la simple y  muchas veces válida negativa de los padres, esto genera frustraciones y sentimiento de exclusión en una etapa tan crítica como la adolescencia.

Hemos leído que el comentario presidencial se refería, principalmente a la agresividad de las promociones. Sin conocer al detalle estas promociones, nos cuesta imaginarnos como se puede subsistir en toda venta sin ser agresivos. Por el contrario, muchas veces escuchamos críticas a la falta de agresividad e indiferencia de los vendedores uruguayos en todos los rubros.

Un estudioso del marketing definió esta característica, por “ser el Uruguay un país demasiado dependiente del Estado y de la producción agropecuaria”, donde el comercio y los servicios ocupan un lugar secundario.

”Recién en el exilio comprendí su importancia” nos confesó un alto dirigente político.

En su reciente exposición en Naciones Unidas, un ámbito donde, nos imaginamos, en el que el Presidente Mujica no debe haber improvisado, vuelve al tema afirmando que hay hasta un “marketing de las vacaciones”, lo que a su  entender no debería ocurrir.

Pues bien, omitiendo nuevamente nuestra opinión sobre el trasfondo  filosófico del planteo presidencial, el marketing de vacaciones es, una de las tareas prioritarias del MINTURD, que lleva adelante con gran esfuerzo de sus posibilidades presupuestales y también personal de sus integrantes.

Es además un marketing tan agresivo como los recursos lo permiten, ya que no se entiende otra forma de marketing en un mundo tan competitivo.

La ministra Kechichian, el Director Liberoff y el resto de su equipo, deben estar reflexionando sobre esta aparente contradicción entre su accionar y el pensamiento del Presidente y aclarar debidamente cual es el rol que deben asumir en la dirección de esta actividad que aporta tantas divisas y crea tantas fuentes de trabajo.


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