por Jaime Amador, Preferente.com


La cuestión que se plantea es si el servicio de habitaciones debe ser prestado por plantilla propia o por trabajadores de empresas externas. Una cuestión similar a la que nos podríamos plantear con la seguridad o con el mantenimiento eléctrico: ¿debe el hotel tener personal propio para ello o puede contratar a un proveedor externo?

Históricamente los hoteles tenían plantilla propia para todos los servicios, con algunas excepciones muy limitadas. Sin embargo, en las últimas décadas se ha producido una especialización cada vez más acusada en las diversas áreas hoteleras, al punto de que en muchos casos se han conseguido economías de escala significativas. La lavandería, por ejemplo, es uno de estos casos indiscutible: un servicio que siempre había estado en la casa, hoy es más rápido, barato y eficaz prestado por terceros.

La cuestión del servicio de habitaciones es más complicado y con más matices, pero también presenta características particulares que merecen atención: probablemente una empresa especializada en este servicio puede optimizar los turnos de los empleados, consiguiendo rendimientos más altos. Es decir, hay motivos para defender esta opción. Quizás también hay elementos que juegan en contra de esta alternativa en la operación, a analizar en cada caso.

Lo que no sería admisible es que un sector económico no evolucione hacia una mayor competitividad sólo porque las cosas históricamente siempre se hicieron de una determinada forma. Los tiempos cambian y hoy a nadie se le ocurriría volver a modelos de gestión de hace 50 años, lo cual debería conducirnos a aceptar aquellos cambios que no sean un abuso sobre los trabajadores y que permitan a la oferta mantener su relación calidad – precio.

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