por Sidney Alonso

1 - Si había 30 mil personas en la Avenida Paulista el martes de noche, yo quiero entender cómo se las arreglan para poner 1 millón en víspera de Año Nuevo o 1,5 millones durante el desfile gay. En matemáticas simple para cualquier persona que miraba la televisión, sería como tener 33 veces más personas en la avenida que lo que se nos mostraba. Cabe?

2 - Si el éxito de la promoción hecha con el dólar congelado a R$ 1,99 fue tan rotundo, por  qué los operadores mantienen la promoción al aire 10 días después de la expiración programada con anterioridad? Detalle: Si las ventas son buenas, ¿cómo puede haber disponibles muchos asientos?

3 - Si todas las entradas para la Copa Confederaciones se agotaron, a excepción de Tahití vs. Nigeria y México vs Japón, como podemos ver a tantos "agujeros" en los estadios vacíos de los otros partidos? Será posible que tantas personas desistieron de ir a los juegos?

Teniendo en cuenta estos problemas aquí y tantos otros que siguen sin respuesta, el ciudadano acaba cansado y sin creer más en casi nada de lo que le dicen, convirtiéndose en escéptico, cínico y, en definitiva, sospechando absolutamente de cada información que le es transmitida. Como resultado más serio vemos clientes que están retrasando las compras, comprobando varias veces los precios que le pasan o "escondiendo" sus presupuestos por temor a ser desollado, en un proceso en espiral, donde todo el mundo termina, de alguna manera. perdiendo. En la guerra de cifras y excesiva autopromoción, se pierde la esencia de las relaciones y la indispensable confianza entre pares. Mentira?

Portal de América - Fuente: blog.panrotas.com.br/semfronteiras