por Ricardo Montenegro, desde Colonia del Sacramento

Es cierto, luego de expresar lo que creía sobre este mamarracho, pensé que la naturaleza haría su trabajo y el tiempo se encargaría de que nuestra memoria perdiera este sórdido asunto.

Pero apareció Juan Carlos López –el mismo que no tenía que ver con nada- y arregló con el Banco de la República Oriental del Uruguay, hacerse cargo de los 13.6 millones de dólares de la fianza que el presidente del banco le había otorgado de macanudo nomás, al empresario.

Los detalles, declaraciones y acusaciones están en todos los medios, así que no avanzo sobre eso.

Lo que no pude creer es oír a Mr. Soberbia –es cierto que hace tiempo que no le creo nada- decir que todo el disparate es por una “operación política” de algunos.

¿No será más una operación política, aunque oscura, otorgarle graciosamente un aval al principal financista de su partido o gobierno, como se quiera leer?

Y según el mismo vocero, el presidente Mujica le habría felicitado porque era la primera vez que el Estado ganaba en lugar de perder.

Cerraron PLUNA con las consecuencias nefastas que sabemos; se rieron de la ley, de los clientes, de la transparencia en la gestión, de los trabajadores, del sector turístico...

¿De verdad creen que hay ganancia en eso? ¡Por favor!

Como decía mi amigo Juancho: ¡jugá callado, Calloia!

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