por RC


Los hoteleros, los bancarios, los proveedores, los competidores y los medios que hicieron oídos opacos a la gestión del responsable del grupo caído en desgracia han puesto en una semana a Duato en el disparadero. Algunos de ellos lo han crucificado, e incluso hay quienes se plantean de forma decidida llevarlo próximamente a los tribunales.

Hasta los días previos al anuncio de su derrumbe, pocos eran los que cuestionaban a José Duato, por no decir ninguno. En el tiempo en el que todos permanecieron callados, solo este digital y la revista Preferente han puesto en solfa la labor de Duato, de su consejero áulico en marketing y propaganda y de los fondos que han llevado a la ruina a Orizonia.

Los que enmudecieron por el interés te quiero Andrés, dicen ahora cosas más fuertes que las publicadas por preferente.com. El medio de papel y afín a Globalia que salió ace tres meses en su defensa, lo pone “bajo sospecha”. Y otro medio de la misma comunidad, la balear, lo ponía este domingo de vuelta y mitad en su edición local y en la nacional.

Duato es un profesional muy preparado que ha recorrido todas las empresas de viajes de nuestro país. En todas ellas no ha dejado una buena estela de armonía entre sus compañeros. Le sucede lo mismo que su a compañero de aventura paranoica contra el anterior consejero delegado de Orizonia, también culo de mal asiento y autor del cambio Viajes Iberia-Vibo.

Esa paranoia crónica le llevó a adoptar medidas deplorables como la de contratar espías y ordenar un ataque informático a este digital, en connivencia con el responsable de Carlyle y de su compinche goebelssiano. Comportamiento que cuando fue denunciado en esta web solo obtuvo la respuesta por callada y el más absoluto silencio de los que ahora lo zarandean.



Porque son cientos los que además de los trabajadores ponen a caer de un burro a Duato. ¿Es un ladrón José Duato? ¿Ha metido mano en la caja? Así lo están presentado los que fueron mudos y sordos con su labor hasta hace dos viernes. Y los que lo conocen saben que ha podido actuar por despecho, pero todos están convencidos de que no ha robado.

El gran error de Duato es el pago a FTI la víspera de la presentación del concurso, tal como denunciaron los trabajadores en cinco o seis comentarios sin desperdicio publicados por preferente.com. También se equivocó al no encarar a tiempo los EREs y ERTEs del grupo. Pero es difícil que haya cometido tantos delitos como piensan nuevos enemigos.

¿Y es el único culpable de todos los males de Orizonia? Su parte de culpa tiene, por supuesto. Pero no es el único. En el hundimiento han jugado también un papel de Oscar los responsables de Carlyle, de Vista Capital y de ICG, fondos sin alma como aquí hemos venido diciendo durante meses. Tampoco hay que olvidar a la banca que apostó por Globalia.

Si las entidades acreedoras no hubieran dado marcha atrás a su acuerdo con Barceló para satisfacer a los fondos y a Duato, hoy Orizonia no estaría en el lodo, como no lo estaría si Hidalgo no hubiese perdido las formas ante la responsable de Competencia que decidió prorrogar dos meses el dictamen sobre la fusión y que fue determinante en este derrumbe.

Los hoteleros que nunca dieron crédito a las informaciones de preferente.com a lo largo de este año, de febrero a febrero, se suben por las paredes. ¿A quién creer: a un medio que no se lleva bien con Duato aunque diga la verdad o al cliente que nos trae clientes aunque nos paga tarde y mal? Creyeron al cliente ahora demonizado por las deudas incobrables.

Igual sucedió con los bancarios. O sea, la miseria de los Business. Pero insisto, Duato no es el único culpable por mucho que hackeara a preferente.com. La retahíla del asesinato de Orizonia tiene otros nombres y apellidos: los responsables de Carlyle y Vista Capital, que se van de rositas, y ese Aymerich de ICG que a última hora tumbó el acuerdo con Barceló.

Autor: www.preferente.com


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