La aerolínea panameña en los próximos meses llegará a contar con casi medio centenar de pilotos compatriotas al sumarse los desocupados comandantes y primeros oficiales ex-Pluna, quienes también están diseminados por el mundo. Garuda de Indonesia; Air Mecong de Vietnam; Ethiopian Airlines de Etiopía; Jordan Air de Jordania; LAN, son sólo algunas de las compañías que le abrieron la puerta a los profesionales uruguayos.

La dinámica del mundo moderno hace que gente tan calificada, obligada a mantener vigentes sus licencias y certificaciones, además habituada a vivir con determinado nivel de ingresos, no puede quedar inactiva durante tanto tiempo y con toda lógica, un gran porcentaje había aplicado en diversas compañías.

Hay algunos que por diferentes motivos no han superado las exigentes evaluaciones que plantean algunas aerolíneas, en algunos casos calificadísimos comandantes.

La diáspora de pilotos tiene dos aspectos bien marcados.

El primero tiene que ver con lo personal y familiar. La inmensa mayoría no quería emigrar; muchos de ellos, comandantes de aeronaves de gran porte habían aceptado quedarse en Pluna a volar jets regionales, como precio a pagar por seguir viviendo en el país, junto a los suyos.

El ánimo de Mazzilli es quizás el fiel reflejo de lo que sienten todos en estas horas.

El otro aspecto a destacar, si bien no tiene tanto que ver con los sentimientos y el desarraigo, es el que marca la tendencia actual, la cual abre un gran signo de interrogación para cuando llegue la hora de poner a volar la nueva aerolínea de bandera y si se confirman las nuevas rutas y las anunciadas incorporaciones de más aeronaves para BQB.

¿Alcanzarán los pilotos?

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