LAN informó a su personal que debido a esta situación, deberá iniciar un proceso de reducción de sus frecuencias al sur del país pasando de ocho a cinco servicios semanales en Comodoro Rivadavia y de 21 a 14 en Ushuaia.

¿Cuales son los motivos esgrimidos para que una empresa privada no pueda invertir en el país? Que Aerolíneas Argentinas no quiere más competencia que implique aumentar los 2 millones de dólares diarios de subsidios que precisa para mantenerse operativa.

Según el artículo que lleva la firma de Diego Cabot, los funcionarios de la ANAC que habían dado curso de ingreso administrativo a los expedientes de LAN fueron desplazados de sus cargos para avanzar con las restricciones.

Pese a que la empresa insistió en su presentación y a que el Ministerio de Planificación le asignó al trámite una matrícula provisoria (LV-CZY) para avanzar con la habilitación de la aeronave, la ANAC nunca designó a los inspectores técnicos que debían viajar a Santiago de Chile a realizar la verificación del avión, como lo establece la normativa.

Ya LAN había experimentado una frustración similar cuando a principios de año pidió autorización para matricular un B767 para llevar de 7 a 10 las frecuencias semanales a Miami.

Además el año pasado la filial peruana de LAN debió aterrizar con sus vuelos -y sus turistas internacionales- en Foz de Iguazú por la negativa de las autoridades argentinas para hacerlo en Puerto Iguazú.

También debió levantar sus vuelos Rosario-Lima, que Aerolíneas no cubrió, pese a la queja de los santafesinos.

Autor: Aviación News

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