por Álvaro Alcocer

El Sepla tiene una oportunidad de oro para dar una muestra de aceptación a la reducción de sueldos en lugar de despidos. Las compañías tradicionales lo tienen más que crudo para competir en el mercado con sus costes actuales. Ante eso hay dos maneras de afrontar la situación, o despidos o bajar salarios. Guatemala o guatepeor. Pero con una de ellas hay esperanza, y con la otra poco atisbo de crecimiento a medio plazo.

Iberia ha optado por la segunda, lo que es una lástima. Ya hemos visto que con la bajada de sueldos propuesta, la compañía obtendría beneficios este mismo año. Los sindicatos y el Sepla tienen una ocasión única para enviar a todo el mundo un mensaje demoledor para que la opinión pública se mostrase aún más en contra del ajuste: aceptamos reducir nuestros sueldos, pero no toleramos despidos que hipotequen nuestra la capacidad de nuestra oferta a medio plazo. Toma generosidad. A ver quién es el listo que ahora defiende a los dos directivos que recibieron en julio a Cándido Méndez.

El Sepla tiene opciones en esta partida si sigue sumando adhesiones en la opinión pública. Casi todos los medios de comunicación apoyan su causa, incluso los menos propensos históricamente a los pilotos. También son bastantes los directivos que no están a gusto con el modo de operar de los ingleses, pero les puede su inquina al Sepla, lo que no es difícil de entender tras tantos años de decepciones. Estos supondrían un respaldo clave, pero sería casi una utopía imaginar que se unieran al sindicato de pilotos, por su historial. Otra clave para el Sepla es evitar la huelga, que les destrozaría la imagen de cara a la ciudadanía. Es hora de ver la talla de cada uno.

Portal de América - Fuente: www.preferente.com