por José Ferreira Lugo *

Mire que no voy a ponerme en un lugar “ventajoso”, teniendo como un “as en la manga” el informe de los japoneses de la década del 80 para decir “yo había dicho que iba a ocurrir” como muchos “técnicos consultores” hacen, sino simplemente, voy a retrotraerme en los diferentes comentarios y artículos escritos desde hace más de 15 años y a través de los cuales mostraba mi excepción de que se vaya a hacer algo para revertir la catástrofe a la cual desembocó finalmente el “ícono” del turismo paraguayo.

Desde la década del 90, cuando se iniciaron y ya llevan muchas, las conformaciones de comisiones de “salvataje” del lago Ypacaraí, hasta ahora ocurrió exactamente lo que predecía.

Algo así como “de nuevo la historia”. Cada personaje que pasaron durante estos años. Y cada discurso que escuché.

Uno, simpático, decía durante su campaña electoral para ser gobernador de Central. “Cuando yo sea gobernador, se podrá tomar otra vez tereré de las aguas del lago Ypacaraí”.

Efectivamente se hizo gobernador y lo único que consiguió fue traer un “consultor” brasileño que recopiló los estudios, especialmente de la JICA y lo presentó como suyo con “bombos y platillos”.

Lógicamente se le pagó en dólares. Hoy ese personaje será el representante paraguayo ante la OEA nada más ni nada menos.

Cómo no recordar a la “Unidad Técnica Operativa” encabezada por Vicente Capello que llevó a cabo varias reuniones durante mucho tiempo. Después apareció la “Asociación de Municipalidades de la Cuenca del Lago Ypacaraí” en 1997. “Es una entidad apolítica y de carácter no lucrativo” decía su proyecto de estatuto.

Ya más adelante, el siempre ferviente Derlis Esteche, al frente de Fundapueblos encaró un innovador proyecto. Capacitarles a las futuras autoridades comunales, especialmente a los de la cuenca del lago Ypacaraí. El mismo se fue apagando hasta desaparecer también.

Hay también un muy poco conocido “estudio”, denominado “Relevamiento y Coordinación del Proyecto Recuperación del lago Ypacaraí”, que se ejecutó a través de la Red de Inversiones y Exportaciones, organismo dependiente del Ministerio de Industria y Comercio, a través de su Mesa de Turismo y elaborado por Carlos Aguilera Samaniego.

Pero hay, porque hasta ahora sigue “vigente”, al menos en los papeles, el “Consejo de Agua de la Cuenca Hídrica del Lago Ypacaraí y del Acuífero Patiño” (CACLY).

El ente fue creado por la misma Secretaría del Ambiente (Seam) a través de la Resolución 170/06, sobre la base de la Ley 1561/00.

Tanto el actual secretario ejecutivo (ministro) del Ambiente Heriberto Osnaghi como la actual directora general de Recursos Hídricos, Silvia Spinzi, fueron por muchos años, las máximas autoridades de este organismo de “control”.

El CACLY “funciona” ya hace más de 6 años

Como corolario, hay un convenio interinstitucional firmado por el propio Ministerio Público (fiscales ambientales) y las municipalidades de San Bernardino, Ypacaraí y Areguá (no sé por qué lo dejaron afuera a Itauguá). “Preocupados por las crecientes amenazas que los hechos punibles contra el medio ambiente plantean a las reglas básicas de convivencia civilizada y a la calidad de vida de sus ciudadanos, y en especial, la situación crítica por la que atraviesa el ecosistema del Lago Ypacarai”, dice un párrafo del documento. Usted tiene todo el derecho de preguntar qué hicieron.

Esto me recuerda a lo que me dijo no hace mucho el fiscal Ricardo Merlo, cuando discutimos sobre la problemática que envuelve al lago Ypacaraí.

“Dejate de payasadas, José” me dijo cuando le reclamé la aplicación de ley en torno a los diferentes atropellos ambientales que se cometen en contra del recurso natural.

Hoy le retribuyo a Ricardo Merlo. DÉJENSE USTEDES DE PAYASADAS Y APLIQUEN LA LEY.

* Especialista en EvIA, Gestión y Audit. Ambiental – UNA

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