por  Damián Argul

Siempre existió preocupación por atender a los niños, pero los adolecentes no fueron generalmente contemplados, ni se le presta la atención que merecen. “Ellos tienen el poder de cambiar el rumbo de toda la familia si no se sienten atraídos por un lugar y presionarán a los padres para acortar la estadía” dice Jason Dorsey, The Y Generation Cuy, experto en laos hábitos de consumo juvenil.” “Y además,” agrega“ ellos pueden ser un activo, publican fotos de sus experiencias a lo largo y ancho, con fotos de ellos mismos en la propiedad en el ciberespacio ". (FoxNews/Travel)

Tomemos, por cercano, el caso de Punta del Este.. Ahí un enjambre de chicos entre 12 y 15 años se reúne en una calle céntrica, Gorlero, donde permanecen hasta tarde en la noche. Los padres asienten teniendo en cuenta el ambiente y la seguridad tradicional en la ciudad-resort. Por esto muchas familias deciden donde alquilar sus residencias de verano atendiendo a esta demanda. Esto es consecuencia de la llamada crisis de autoridad, cuando los padres decidían en forma inapelable el destino de las vacaciones de verano.

Por cierto no son los jóvenes del milenio los únicos que inciden en la toma de decisiones. Los niños también, quizás de otra forma, determinan un viaje a Disney o preferir, fuera de temporada, un hotel con pileta cerrada, campeonatos de wii o mini-golf. Para mantener e incrementar la clientela, no solo se necesita una comunicación inteligente, sino también productos adecuados a los públicos que se desea seducir y retener ya que nada peor para un destino que tener los turistas aburridos o ”embolados” como dicen los chicos por acá.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com