El 5 de julio pasado, el gobierno uruguayo, a cargo del gerenciamiento de Pluna, decidió que ésta dejara de volar. Así nos lo hizo saber a los 90 empleados de la sucursal argentina y al público en general. Desde entonces, y a pesar de no haber recibido ninguna comunicación, seguimos presentándonos en nuestros puestos de trabajo, para atender a los pasajeros damnificados.

No nos abonaron los sueldos, no se nos despidió, no se nos pagó la indemnización correspondiente.

Elevamos 3 notas a la embajada uruguaya, tuvimos 2 reuniones con el ministro de la embajada en Buenos Aires, viajamos 2 veces a Montevideo para entrevistarnos con el síndico a cargo de la liquidación de la compañía. Y seguimos sin respuesta.

El primero de octubre, el gobierno uruguayo vendió los aviones que pertenecían a la empresa por 137 millones de Dólares, y decidió destinar ese dinero, al pago de una deuda bancaria.

En Argentina, 90 empleados, cientos de proveedores y miles de pasajeros no recibimos ni un centavo.

El presidente Mujica tiene 90 empleados en Argentina; contratados en Argentina, y bajo las leyes laborales argentinas. Si decidió cerrar Pluna, debe hacerse cargo del pago que esto implica. De lo contrario, su comportamiento, además de ilegal, incurre en lo inmoral.

Estamos habituados a ver fotos del presidente Mujica, en las que se lo hace aparecer como un hombre sencillo, de pueblo y bonachón. Vive en la misma casa y maneja el mismo viejo auto. Cosecha su propia huerta, arregla con sus propias manos su casa. Mientras posa para esas fotos, 90 familias argentinas no pueden mantener sus casas, ni sus viejos autos, y pronto no podrán comprar productos de huerta.

Dr Jekyll y Mr Hyde. Al menos Jekyll, mientras tenía su fisonomía, no se comportaba como Hyde.

Un gran saludo.


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