por  Damián Argul

Los litorales oceánicos del Cono Sur deben estar alerta ante esto hecho. Si las medidas adoptadas no alcanzan vendrán otras. Es una película que ya vimos en toda la región.

Por otra parte, Uruguay ya sufrió el largo corte de los puentes. (Argentina también aunque no se lo destacó adecuadamente) Desde hace unos años en el Gobierno de Néstor Kirchner mediante una orden no escrita, recomienda a sus funcionarios no viajar a Punta del Este y se condena el hecho en los medios de prensa. Algo muy perjudicial para un lugar como donde “ver y ser vistos” representa un valor agregado. Difícil de comprobar, difcil de medir, pero real.

Sin desconocer la lealtad del viajero argentino, estamos obligados a amortiguar al máximo cualquier efecto negativo, ya que el turismo argentino genera no solo un importante ingreso de divisas sino muchos puestos de trabajo.

La temporada estival llegará inexorablemente dentro de seis meses. Buscar alternativas no es fácil.

Hay que encarar el mercado argentino, estudiando que ofrecerle ante un nuevo panorama y cuales serían los segmentos más receptivos.

Dentro de la región los otros mercados son el chileno, que disminuyó la temporada pasada, el paraguayo y el brasileño. Por su volumen y cercanía habría que concentrase en este último.  Encarar el mercado brasileño tipo “blirtz”, con fuerza y convicción. Si esto no produce resultados inmediatos, los producirá en el futuro.

Hace poco le dijimos a un jerarca de nuestro Ministerio de Turismo que Uruguay debería tener una gran oficina en Brasil. San Pablo por volumen o en Porto Alegre por cercanía y afinidades. Ahora pensamos que el Ministerio tendría que mudarse allá.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com