por  Lluis Mesalles

Nos gusta afincarnos en nuestras teorias de siempre. No somos capaces de asimilar los cambios que ocurren, lo cual no quiere decir que no los veamos. A menudo los vemos, pero pensamos que nos podemos quedar donde estamos, sin hacer nada, a la espera de que las cosas cambien y podamos seguir como siempre.

Me gusta hacer esta lista de grandes cambios en los pensamientos, que nos han venido traídos por los nuevos enfoques tecnológicos, y los nuevos horizontes que los cambios nos traen, sin parar. Como todo, algunos de los cambios aparecen, y desaparecen al tiempo, engullidos por otros nuevos, más potentes, más eficaces o más llamativos.

Se acuerdan cuando escribíamos cartas a mano, cuando las mecanografiábamos (escritura mecánica), cuando las tomábamos en taquigrafía, cuando las grabábamos en un cassette para que la secretaria las pasara a una máquina eléctrica. Todo va cambiando. En tiempos recientes, los teléfonos tenían una manivela para hacer sonar la campana del otro lado. Luego tenían un disco que iba arrastrando los números, que se codificaban según el recorrido del disco. Luego aparecieron las teclas, que aun persisten, pero ahora ya nuestros teléfonos atienden instrucciones verbales, en muchos casos. Decir "llamar a mama" es más simple que buscar el número en la agenda y apretar la tecla.

Otro avance que aunque persiste, no se está usando tanto, es la escritura por iniciales. Se puede decir; n stoy sgro de sto, cuando tecleamos un mensaje. La siempre creciente potencia de las máquinas ya no hace tan necesario usar estas abreviaturas. Podemos seguir escribiendo en un idioma normal y completo, inteligible para todos. El fax quedo enterrado bajo una montaña inmensa de emails, que se pueden enviar casi automáticamente, y se pueden archivar a su sitio de forma casi automática.

Los avances más recientes se refieren no solo a la tecnología dura (hardware), se refieren también a las estructuras mentales de los usuarios. Hay la ciencia de saber como funcionan los dispositivos, pero hay otra ciencia que quiere explorar como se pueden aprovechar estos mismos dispositivos. Y en esta última es donde pienso que estamos todos muy perdidos o desorientados.

Los informáticos tienen cerebros que funcionan de forma distinta. Piensan de forma distinta, y presuponen que todo el resto del mundo se entiende igual. Se esfuerzan por buscar teorías de comunicación, y a menudo incluso presuponen cosas que ya no se usan. También presuponen que el mundo tiene las mismas prioridades que ellos, o como ellos las entienden o imaginan.

El público piensa como piensa. Podemos llevarlo a conocer nuevas sensaciones, nuevas técnicas de comunicación, nuevas formulas de ocio, pero al final es lo que EL piensa, no lo que nosotros pensamos que el piensa. Para conocer al público solo se necesita, mente abierta, tiempo y facilidad de comunicación.

Todo sigue cambiando, y seguirá cambiando.

Portal de América - Fuente: www.boletin-turistico.com