El Gobierno no tiene duda: España "no puede renunciar" a saber si cuenta con riqueza energética. Y los datos son lapidarios: 40.000 millones anuales de factura energética. Casi los 45.000 que ingresa el Turismo. La paradoja es que el ministro de Turismo es también —y sobre todo— el de Energía.
Y para conocer lo que pesan en los Ejecutivos los lobbies del Turismo y la Energía, baste recordar que el presidente Zapatero no dudó en mantener la Secretaría de Estado de Energía ...y eliminar la de Turismo.
Las prospecciones petrolíferas o gasísticas, que correrán a cargo de una empresa de capital extranjero (como es Repsol), fueron iniciativa del Gobierno Zapatero, aunque el Gobierno Rajoy las defienda como cosa propia.
Todavía en la primera fase de investigación, ya están haciéndose sondeos (campaña sísmica, en lenguaje oficial), mediante resonancias con sónar desde un barco, una suerte de radiografía del subsuelo marino. Las probabilidades de obtener gas en el Mediterráneo frente a las costas mallorquinas y valencianas (y petróleo en el Atlántico), son notablemente altas: 20%, según Repsol, porcentaje muy elevado, en relación a del 5% al 7%, que suele ser habitual.
La segunda parte será de investigación, mediante pinchazos (taladrando el subsuelo marino) para localizar potenciales bolsas de gas o de petróleo. Y después vendrá la declaración de impacto ambiental, elaborada por técnicos del Ministerio de Medio Ambiente, con participación de las entidades y organizaciones afectadas o interesadas.
Será probablemente en la preceptiva declaración de impacto ambiental donde se personen, como parte afectada, el Turismo de las Comunidades Canaria y Valenciana y, especialmente, de Mallorca y el resto de Baleares.
Mientras el Gobierno desmiente el uso de técnicas agresivas de extracción como fracking (inyectar, a presión, agua con arena y químicos para fracturar el subsuelo, haciendo emerger el gas o petróleo), y se aspira a extraer 140.000 barriles/día (el 10% de nuestra factura energética), se extiende el rechazo en el Sector.
La única opción de que el Gobierno endurezca la legislación para frenar o impedir las extracciones es que las bolsas de gas o petróleo que se descubran sean pequeñas ...y poco productivas.
Sin afrontar la cuestión clave de esta polémica: ¿es compatible la extracción de petróleo, con el Turismo? El presidente Rajoy aseguró que sí, en el debate del Estado de la Nación. Pero el Sector no comparte este diagnóstico de un Gobierno que destaca los 230 millones de inversión de Repsol en Canarias, mientras parece ignorar lo mucho que ya nos aporta el Turismo.
El Gobierno debe estudiar (y explicar) qué retorno tendría España del petróleo y gas —en contraste con el Turismo— en aspectos esenciales como empleo, PIB, inversión, reequilibrio territorial o balanza de pagos.
Mientras esto no ocurra, "hasta encontrar petróleo sería una desgracia en España", en palabras del director general de un crucerista, miembro del lobby sectorial.
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Portal de América - Fuente: www.nexotur.com