"El año pasado la empresa nos comunicó que había puesto en venta las acciones y que había un interesado. Este interesado se presentó en la Intendencia, pero a fines de 2013 ambas partes nos comunicaron que esa negociación no había terminado y que no habían comprado las acciones. Por lo tanto, los concesionarios originales siguen al frente del hotel, y no van a seguir por ahora con el proceso de venta. Son los actuales concesionarios los que están haciendo el esfuerzo de sacar adelante el hotel", indicó Rodríguez, quien dirige la Oficina de Inversiones de la IMM e integra la Comisión de Seguimiento de la concesión.

En tanto, la empresa contrató como gerente para gestionar el casino a Robert Heller, considerado un "experto" en la administración de salas de juego, con experiencia en varios países. Desde la inauguración del casino, el negocio no ha sido lo que esperaba el inversor, que apostaba -sobre todo- a la captación de grandes apostadores internacionales.

"De cualquier manera, queremos decir que en el mes de enero el casino tuvo una buena recaudación y que el canon que recibió la Intendencia fue el más alto hasta la fecha. Superó largamente los US$ 600.000, cuando cada mes veníamos recibiendo entre US$ 500.000 y US$ 600.000", anotó Rodríguez.

Multas

El prosecretario de la Intendencia de Montevideo informó que en breve se estaría intimando a Carrasco Nobile a que pague dos multas por unos US$ 800.000.

Como se informara, la IMM resolvió aplicarle el año pasado una multa de US$ 607.230 por el "incumplimiento del plazo contractual para la finalización de las obras para la remodelación, acondicionamiento y concesión del Hotel Casino Carrasco", según lo establecido en el pliego del llamado.

A comienzos de mayo, la intendenta Ana Olivera firmó otra resolución por la cual se le aplicó una sanción de US$ 193.400 a la concesionaria.

Según esa resolución, se verificaron atrasos en los siguientes rubros: emplazamiento, albañilería, estructuras metálicas, cubiertas planas, puertas y ventanas, terminaciones, sanitarios y grifería, equipamiento, amoblamiento, aislación acústica, sistema de transporte, instalación sanitaria y gas, instalación de incendio, instalación termomecánica, artefactos de iluminación, corrientes débiles sin canalizaciones y tránsito.

Considerando 104 días de inactividad por precipitaciones pluviales "obstativas a la realización de labores" y por decisiones sindicales, y descontando sábados, domingos y feriados no laborables, para la Intendencia el último día del plazo de obra computable fue el martes 23 de octubre de 2012.

Tras varias dilaciones, el hotel finalmente se inauguró el 7 de marzo del año pasado, con una promocionada gala y la presencia de la intendenta capitalina.

Descargos

En la segunda resolución municipal se señala que se confirió vista a la empresa de la sanción a aplicar, y que ésta presentó sus descargos hace exactamente un año, los cuales "no fueron de recibo", según un informe técnico de la comuna del 10 de abril de 2013.

De acuerdo al pliego de la licitación, el no cumplimiento del cronograma de obras dará lugar a la aplicación de la siguiente sanción: "por día de retraso, 0.01 % del valor estimado de las obras".

Según los informes que maneja la Intendencia, el valor declarado de obra total asciende a US$ 44.980.000, por lo que la sanción económica a aplicar es de un monto equivalente a US$ 4.498 por día de retraso, sin contar los paros en la construcción y las jornadas que se perdieron por mal tiempo. De todos modos, la propia empresa ha señalado públicamente que, por imprevistos, la inversión fue muy superior a esa cifra. Entre otras cosas, la construcción de un muro colado perimetral para evitar que se inunde el estacionamiento -a un costo de varios millones de dólares- encareció la previsión de inversión.

La segunda multa firmada por Olivera señala que se verificó un retraso en la finalización de las obras de 135 días.

"Se han presentado recursos, han pasado algunos plazos y estamos muy cerca ya de que se cumplan los plazos definitivos para que hagamos la intimación correspondiente", explicó Rodríguez.

"La empresa plantea cuestiones de lluvias, algunos paros y formas de contabilizar los días, pero los recursos fueron desestimados. La División Jurídica analizó todas esas cosas, pero considera que fueron tenidas en cuenta a la hora de fijar la multa. Se hizo un estudio y no se comparte el criterio que establece la empresa", añadió.

Según el prosecretario de la Intendencia, "no hay ningún elemento que diga que en caso de que intimemos al cobro no se nos va a pagar". De todos modos, aclaró que si la empresa no cumple, "nuestra División Jurídica actuaría de acuerdo al pliego, porque hay una serie de garantías que cubren toda la relación contractual".

Problemas financieros de Codere

Hace pocos días, la filial Codere América solicitó en España el preconcurso de acreedores, tal como lo establece la ley concursal de aquel país. Así, siguió los pasos de la casa matriz de la compañía, que había solicitado lo mismo el 2 de enero de este año, tras realizar un análisis de su situación financiera para afrontar los vencimientos previstos próximamente. De todos modos, el prosecretario de la Intendencia de Montevideo, Jorge Rodríguez, dijo a El País que Carrasco Nobile no depende de Codere América, sino de Codere Méjico (ver nota aparte).

El grupo adoptó la decisión ante la imposibilidad de pagar 127 millones de euros (unos US$ 172 millones) a sus prestamistas, por déficit de caja, tras afrontar cambios regulatorios en varios países, fundamentalmente México y Argentina.

Codere también ha pedido asistencia para mantener sus negocios en Uruguay. Hace poco, el Banco República otorgó un crédito de US$ 25 millones al emprendimiento, garantizado con parte de la recaudación del casino, según informó el semanario Brecha.

El edil Álvaro Viviano, integrante de la Comisión de Seguimiento de la concesión, dijo a El País que "el hotel no se ha posicionado en la dimensión que se esperaba, notoriamente necesita impulso e inversión". El 7 de marzo la empresa tiene que presentar el final de obra y Viviano señaló que las informaciones que posee no aseguran que pueda cumplir con el plazo.

La cifra

800.000 dólares es lo que debe pagar el concesionario por dos multas que la Intendencia le aplicó el año pasado y que aún no ha saldado.

Portal de América - Fuente: www.elpais.com.uy