Intercambio por Brindis con agua por la Vida de champagne
Domingo, 29 Septiembre 2013
San Vicente de la Barquera, Cantabria, España
En el contexto del Día Mundial del Turismo, DMT 2013, nuestro artículo editorial fue Brindis con agua por la Vida de champagne y sobre el mismo, recibimos un cálido comentario el cual respondimos con mucho agrado.
Hola querido Sergio :
Muy feliz día para ti también !!!, muchos recuerdos y muy gratos me invaden de ese viaje con OMVESA a Santander, Rodolfo Llacer y yo acompañando al Alcalde de San Vicente de la Barquera y el gordo Oscar Touris diciéndome que anotara el nombre del pueblo a los gritos, con las siguiente explicaciones de Rodolfo al Alcalde te acordás?.
¡¡eso si que era tomar champagne y fino La Ina!!!
Te saludo con fuerte abrazo desde Barcelona (estoy visitando a mi hija) y te agradezco los momentos que me has hecho revivir con tu mención al discuso de Enrique De Andres
Andres Risi
Muy feliz día para ti también !!!, muchos recuerdos y muy gratos me invaden de ese viaje con OMVESA a Santander, Rodolfo Llacer y yo acompañando al Alcalde de San Vicente de la Barquera y el gordo Oscar Touris diciéndome que anotara el nombre del pueblo a los gritos, con las siguiente explicaciones de Rodolfo al Alcalde te acordás?.
¡¡eso si que era tomar champagne y fino La Ina!!!
Te saludo con fuerte abrazo desde Barcelona (estoy visitando a mi hija) y te agradezco los momentos que me has hecho revivir con tu mención al discuso de Enrique De Andres
Andres Risi
Catarata de recuerdos — Antonio 29-09-2013 22:00
El comentario de Andrés Risi acerca de Brindis con agua por la Vida de champagne disparó como catarata los recuerdos de ese viaje a Madrid y Santander en 1988. Para empezar la peculiar forma usada por Rodolfo Llacer, representante de OMVESA para invitarme.
Me llamó en noviembre del año anterior preguntándome "si tenía algo que hacer por ejemplo, el 29 de enero del año siguiente a las siete de la tarde". Al responderle que no, me dijo que estuviera a esa hora en el aeropuerto de Carrasco con una valija, porque nos íbamos una semana a España Fue mi primer cruce del Atlántico.
En los flashes de la memoria me veo junto al grupo disfrutando de una comida inolvidable en Los Galayos, en un recodo de la Plaza Mayor ante una mesa en la que no faltaba nada y mucho menos jamón serrano y vinos de La Rioja; probando suerte en el casino (y ganando unos dolaritos que vinieron de novela); improvisando al frente en el bus compartido con agentes de viajes de toda América Latina, con micrófono en mano como si fuera el guía, tratando de explicarles el contenido de Brindis por Pierrot, por entonces reciente éxito de Jaime Roos. Me veo remontando la sierra junto a Rodolfo en medio de la nevada regresando a Madrid en un pequeño coche conducido por Corina Chapuis y entre otras muchas anécdotas, si, recuerdo a Oscar Touris que subía conmigo renqueando (por una hernia), con gran esfuerzo, para asistir a un homenaje que el Alcalde de San Vicente de la Barquera le hacía a Llacer como representante de la empresa en lo alto de una colina. No habíamos recorrido ni la mitad del camino cuando vemos a todo el grupo regresando, bajando hacia el bus y al frente Rodolfo con el Alcalde y Oscar, de la bronca, al ver frsutrado su intento de llegar al acto, con el característico humor y desenfado que todos le conocimos, comienza a preguntar a los gritos ¿cómo se llama este pueblo? y cuando le respondimos, enseguida exclamó: ¡anotámelo! murmurando a continuación "así no vengo nunca más", justo en el momento en que el Alcalde pasaba a su lado...
Un abrazo para Andrés y para todos los compañeros de viaje.
Antonio
Portal de América
Me llamó en noviembre del año anterior preguntándome "si tenía algo que hacer por ejemplo, el 29 de enero del año siguiente a las siete de la tarde". Al responderle que no, me dijo que estuviera a esa hora en el aeropuerto de Carrasco con una valija, porque nos íbamos una semana a España Fue mi primer cruce del Atlántico.
En los flashes de la memoria me veo junto al grupo disfrutando de una comida inolvidable en Los Galayos, en un recodo de la Plaza Mayor ante una mesa en la que no faltaba nada y mucho menos jamón serrano y vinos de La Rioja; probando suerte en el casino (y ganando unos dolaritos que vinieron de novela); improvisando al frente en el bus compartido con agentes de viajes de toda América Latina, con micrófono en mano como si fuera el guía, tratando de explicarles el contenido de Brindis por Pierrot, por entonces reciente éxito de Jaime Roos. Me veo remontando la sierra junto a Rodolfo en medio de la nevada regresando a Madrid en un pequeño coche conducido por Corina Chapuis y entre otras muchas anécdotas, si, recuerdo a Oscar Touris que subía conmigo renqueando (por una hernia), con gran esfuerzo, para asistir a un homenaje que el Alcalde de San Vicente de la Barquera le hacía a Llacer como representante de la empresa en lo alto de una colina. No habíamos recorrido ni la mitad del camino cuando vemos a todo el grupo regresando, bajando hacia el bus y al frente Rodolfo con el Alcalde y Oscar, de la bronca, al ver frsutrado su intento de llegar al acto, con el característico humor y desenfado que todos le conocimos, comienza a preguntar a los gritos ¿cómo se llama este pueblo? y cuando le respondimos, enseguida exclamó: ¡anotámelo! murmurando a continuación "así no vengo nunca más", justo en el momento en que el Alcalde pasaba a su lado...
Un abrazo para Andrés y para todos los compañeros de viaje.
Antonio
Portal de América