El trabajo en conjunto entre la Asociación Argentina de Sommeliers (ASS), el gobierno de Mendoza y entidades vitivínicolas dio sus frutos. Hace ocho meses se presentó la candidatura y se compitió con ciudades de Alemania, Australia, Noruega y Francia. “Cuando nos encontramos con Francia imaginamos un panorama imposible: competíamos contra el mejor. A pesar de todo, en una votación histórica, logramos 38 votos contra 7”, comentó Andrés Rosberg, presidente de la AAS.

El Mundial de la Sommeliería se realiza cada 3 años. Este año la sede de la 13° edición fue Japón y allí la argentina Paz Levinson llegó a la semifinal y quedó entre los 12 mejores del mundo, entre 58 candidatos. El sommelier es un especialista en bebidas, principalmente vinos. Su función básica es seleccionarlos, confeccionar la carta de vinos y asesorar a los comensales.

El auge del malbec, varietal insignia de Mendoza y del país, y la infraestructura de la provincia cuyana fueron clave a la hora de la elección. Pero hubo más, ya que la mayoría de los miembros de la Asamblea General de la Association de la Sommellerie Internationale (ASI) son europeos, pero se inclinaron por Argentina para conocer una nueva cultura y una de las zonas vitivinícolas más pujantes. “Es una gran vidriera para seguir consolidando a la vitivinicultura argentina”, comentó el ministro de Turismo de Mendoza, Javier Espina, quien destacó que el proceso de selección de sede es igual a la de un Juego Olímpico y explicó que la provincia brindará todo el apoyo necesario pero la organización del evento a cargo de la AAS.Por su parte, Rosberg destacó que “es una gran oportunidad para mostrar nuestra vitivinicultura y nuestra gastronomía a la elite de la sommellerie internacional y la prensa especializada”.

Portal de América - Fuente: www.clarin.com