En estos 15 años de la era digital hemos publicado casi 50 mil artículos y alguna primicias, muy pocas primicias, nunca corrimos tras ellas pero sí nos preocupó y ocupó el análisis, la información y la opinión, amparados en nuestra convicción, nuestros principios y nuestra ética periodística.
No le hemos sacado el cuerpo jamás a ninguno de los temas que atravesaron la actividad a nivel nacional, regional e internacional.
Hemos denunciado todo aquello que entendimos lo merecía y jamás nos metimos en la vida privada de nadie.
Muy pocas veces, nos sobran los dedos de una sola mano en las que tuvimos que admitir un error, pero cuando llegó ese momento no nos tembló el pulso y lo hicimos.
Nos hemos parado siempre de frente ante la hipocresía, la injusticia, la soberbia y la mentira sin distingos de colores ni de ideologías.
Nos han traicionado, falluteado y fallado muchas veces pero nos han apoyado, acompañado y nos han seguido, muchísimas más.
Tenemos el orgullo de contar con la audiencia más calificada y de mayor nivel en Uruguay, en la región y en varios países del mundo. Nos llegan satisfacciones de algunos rincones del globo que muchas veces nos cuesta creer que sean ciertas.
Salvo aquellos que no tienen la cola limpia y que temen encontrarse con nosotros ante un micrófono, hemos tenido el honor y la satisfacción de entrevistar a todos aquellos que nos hemos propuesto entrevistar.
El PDA de hoy es esa comunidad de ideas y trabajo que siempre quisimos construir.
Somos inflexibles en la crítica pero jamás nos quedamos solamente en ella. Intentamos predicar con el ejemplo y en la actualidad podemos decir que hay muchos miles de fieles seguidores que privilegian nuestro trabajo y conforman una audiencia del más alto nivel.
Decidimos que esta celebración la haríamos trabajando más que nunca por el turismo, y en eso estamos.
Este mes de agosto será el de la celebración por todo lo alto.
Gracias a esa gran mayoría que nos ha ubicado en un sitial de referencia.
Gracias a quienes en la actividad privada y oficial nos brindan el respeto y la consideración con que nos distinguen.
Gracias también a esos pocos que envueltos en sus propias miserias existen y nos permiten ver la enorme diferencia entre ellos y los bien nacidos.
Portal de América