Evitar el colapso

Las aerolíneas, por increíble que parezca, han trasmitido (desde mucho antes de la pandemia) al mundo entero la idea de una fragilidad tremenda y se presentan de algún modo como que "le hacen un servicio a la humanidad" existiendo, y que los riesgos son demasiados para el margen de contribución tan escaso que perciben, al punto de que todos estamos convencidos de que cualquier contingencia los puede hacer quebrar. La pandemia actual generada por el nuevo Coronavirus, torna indiscutible esa teoría, por tanto, como vemos, los gobiernos; los medios de comunicación, es decir casi todos, estamos recomendando a los frustrados viajeros, que reprogramen sus vuelos, que no reclamen la devolución del dinero, para evitar el colapso de la industria. Supongamos que es así la cosa, que es tan frágil la salud financiera de los operadores aéreos que necesitan de la benevolencia de sus clientes, de su comprensión y...¡de su crédito!. Porque es así, el cliente pagó, no viaja y no le devuelven. Pero bueno, colaboremos, no hagamos colapsar a la industria...y tampoco preguntemos cuál es la causa de que sigan apareciendo inversores en un negocio tan ruin, ¿no?.

Cielos abiertos y más

Hasta que nosotros sepamos, las aerolíneas quiebran, dejan de volar, levantan sus sucursales y dejan el tendal. Todos los pasajes vendidos con anticipación, no utilizados, van a la basura.

No conocemos ejecutivos que hayan perdido sus patrimonios con la quiebra de las aerolíneas que conducían.

Hasta antes del Covid-19, cobraban sus suculentos salarios, retiraban sus bonos por producción, viajaban en primera, todo, al más alto nivel.

La Asociación Internacional de Transporte Aéreo, la IATA, produjo un video hace pocos días en el que le dice a los gobiernos que deben ayudar a la supervivencia de las aerolíneas. También difundieron a través de diversos medios el resultado de un supuesto análisis que les indica que cuando se reanuden los vuelos, no será necesaria la separación de los pasajeros en cabina dejando asientos libres entremedio, porque ...el sistema de renovación de aire asegura casi el 100% de la eliminación de los virus...La ciencia, que sepamos, hasta ahora, no ha podido con el Covid-19, IATA parece que sí.

Preguntamos: ¿Los gobiernos, las autoridades aeronáuticas de los países, van a seguir expidiendo certificados de operador aéreo como hasta ahora?. ¿Los ministerios de economía de los países, van a seguir subvencionando in eternum a las aerolíneas para que no quiebren?. Por ahora, parece que sí. Estados Unidos ya puso 58 billones; Francia 7; Holanda 4; y siguen firmas...

¿Ningún gobierno hará auditorías para saber en dónde están los billones de dólares que ya cobraron las aerolíneas en el mundo entero?.

Despiden personal en cantidades industriales; devuelven los aviones arrendados; cancelan los contratos con los fabricantes de aeronaves; tienen subsidios estatales...

¿No habrá llegado la hora de reveer el negocio del transporte aéreo a escala mundial?

Ya sabemos que las aerolíneas de bandera son un clavo. A todo aquel que tenga dudas que le pregunte a los diferentes gobiernos de Argentina desde que existe Aerolíneas Argentinas y a todos los gobiernos italianos desde que existe Alitalia y en este rubro, también siguen firmas...

¿No habrá que pensar seriamente en tener aerolíneas de referencia?, ¿empresas que, controladas (no gestionadas) por los Estados, sean eficientes por encima de rentables?

El mundo entero sabe que el transporte aéreo es esencial. Pero el mundo entero también sabe que, al igual que el de "Aerolínea de bandera", el modelo "Aerolíneas Tradicionales o Legacy" está perimido del mismo modo.

Las aerolíneas quebradas siempre dejan el mismo lastre: pasajeros defraudados; proveedores acreedores de sumas muy importantes; funcionarios desempleados y con haberes no cobrados, entre otros daños colaterales pero... también como casi siempre quedan, invariablemente, ejecutivos millonarios.

¿Y los clientes?

Sigamos suponiendo. La inmensa mayoría de los millones de personas defraudadas a lo largo y ancho del mundo deciden reprogramar, no exigir la devolución en metálico que les corresponde legalmente. Como primera medida, un año a partir de ahora, no es suficiente. Si alguien compró en enero, en febrero (incluso antes), para viajar a Europa en el verano boreal 2020, es evidente que no va a poder hacerlo, ¿Tendrá que viajar en otoño o en invierno próximos?. El inicio con doce meses de prórroga debería ser a partir de la fecha de viaje programada originalmente. Otra probabilidad: el cliente acepta reprogramar, (seguimos suponiendo), la aerolínea extiende un voucher para que viaje en el verano boreal 2021, ¿ok?. La empresa quiebra antes de esa fecha. ¿El cliente pierde su dinero?. No, de ninguna manera. El gobierno de su país, IATA y todos los que le convencieron que reprogramara, deben ser garantes solidarios. ¿O no?.

Portal de América