Los galos crearon una Unidad del Turismo dentro del ministerio de Relaciones Exteriores y de la promoción de encarga Atout France, la Agencia de Desarrollo Turístico de Francia, responsable de promover al país como destino turístico. Hay una fuerte incidencia del empresariado en la conducción. El presupuesto de promoción para 2019, se redujo de 12 a 8 millones de euros.

Estados Unidos no mantiene una sola oficina de turismo para todo el país. Cada estado opera su oficina individualmente para promover el turismo únicamente en ese estado.

México trasladó el presupuesto de promoción que manejaba el CPTM a la construcción del Tren Maya que cubrirá 1.500 kilómetros por la península de Yucatán, por lo tanto, no hay rubro para el marketing del destino.

Chile concentrará su estrategia de promoción en Estados Unidos y en Brasil y para ello destina un poco más de 14 millones de dólares.

En Argentina, el Inprotur contará en 2019 con 15 millones de dólares para todas las acciones de marketing en el exterior, un 61% menos de recursos que en 2018. La asistencia a ferias y eventos se reducirá de 149 a 30, reduciendo a una quinta parte la presencia de Argentina.

Uruguay destina 10 millones de dólares anuales a la promoción del turismo y está presente en la mayoría de ferias de turismo de América y en las principales de Europa.

Entonces

Más allá de que mantenemos la convicción de que los números mundiales del turismo son todos falsos, a partir del método que utiliza la OMT, Organización Mundial del Turismo que contabiliza los VISITANTES (no los turistas) que les dice cada ministerio de cada país que recibe y los suma, debemos manejarnos para este análisis con los "números que hay".

En generación de divisas por turismo, EE.UU., con US$ 178.000 millones, encabeza la lista, seguido de China, con US$ 114.000 millones; España, con US$ 57.000 millones, y Francia, con unos US$ 46.000 millones.

Mientras que en personas ingresadas, a Francia llegaron casi 90 millones y a España y Estados Unidos unos pocos millones menos.

Salvo excepciones, los destinos exitosos tienen una gran participación en la conducción, del sector privado.

Multiplicando el mismo objetivo (y pensamiento) que el gobierno de Uruguay del FA (el de tomar al turismo como elemento de propaganda), AMLO en México está haciendo de las suyas. Hace pocos días tuvo que hacer bajar un video promocional que había ideado el Secretario de Turismo porque le produjo vergüenza propia y ajena su contenido. El supuesto video promocional de los atractivos turísticos del país para mostrar en el exterior, lo mostraba al propio López Obrador en actos de campaña y créase o no, se veían banderas y el escudo de su partido político. Ha tomado al turismo como bandera de sus convicciones, no le auguramos final feliz.

Uruguay recibe algo más de dos mil millones de dólares por año y más de cuatro millones de turistas, según la información oficial, la cual una vez más, desmentimos y la situamos en poco más del 50%.

En momentos en que en la campaña electoral en Uruguay, en serio y en broma, hay precandidatos que hablan de la generación de cientos de miles de empleos, sería buena cosa que el ministerio de Turismo comandado por Liliam Kechichian, aclare la razón por la cual dice que el turismo en nuestro país genera cientos diez mil puestos directos y el Foro Económico Mundial (WEF) dice que son menos de cincuenta mil.

¿Estamos diciendo que es excesivo el presupuesto para promoción del Mintur?

Rotundamente no. Es más, pensamos que la inversión debería ser mayor.

Pero de ninguna manera con el sistema actual que es de dilapidación de recursos sin control.

Estaría bueno que algunos sectores políticos de la oposición que cuentan con calificados y variados recursos humanos expertos en economía, pudiesen hacer un estudio de estos tres lustros de administración del actual gobierno por parte de su gente en el ministerio de Turismo en el rubro inversión promocional; viajes al exterior y viáticos gastados y contraponerlos a los resultados.

Estamos seguros que de hacerlo, no quedarán muchos cabellos en las cabezas de los actores y se les generará empacho de uñas.

Si a ello le agregamos la catarata de ingresos generados a través del BID y la forma en que fueron "invertidos", como por ejemplo, la académica y enorme sanata de los clusters; el Centro de Bienvenida de Colonia; el Ventorrillo de la Buena Vista de Villa Serrana; al gran invento del turismo náutico que tiene embarcaciones desparramadas por el Río Uruguay sin que sirvan ni para pescar, y FUNDAMENTALMENTE, los más de seis millones de dólares destinados al Corredor de los Pájaros Pintados para satisfacer vaya uno a saber qué intereses y que favores de cuáles compañeros, no sólo habrá arranque de pelos e indigestión con uñas...

El turismo en nuestro país es una industria desconocida. Su gestión es muy compleja y son muy pocos quienes lo entienden.

La mayoría absoluta del empresariado está en pañales y así les va. A tal punto llega la cosa que la Cámara de Turismo está organizando la capacitación a través del INEFOP. País de turismo...

La mayoría absoluta de los parlamentarios, tiene claro que turismo para ellos es chino básico.

La prensa masiva en su gran mayoría no conoce a la actividad y los que la entienden se hacen los distraídos porque el Mintur es un muy buen anunciante.

Pero hay alguien en el gobierno que entiende mucho de turismo, se llama Benjamín Liberoff, es el Subsecretario actual y lamentablemente, en lugar de volcar su conocimiento en bien del Uruguay y de los uruguayos ha tomado estos tres lustros en los que se le ha otorgado todo el poder y ha funcionado como el ministro en las sombras, para llevar adelante sus convicciones, sus caprichos, sus apetencias. Ha viajado más que Marcopolo; ha conseguido el malestar parejo entre todos los actores, ya sean públicos o privados; pero lo peor es que no ha dejado nada positivo. No hay estrategia; no hay un plan nacional de turismo y cuando a los argentinos les viene el resfrío, a nosotros nos da pulmonía, como hace quince años, veinte o cincuenta. No solamente no cambió nada, la cosa ha empeorado. No se le ha caído una idea para que trascienda su gestión. San Pablo, el mercado emisor alternativo del argentino, "cantado", queda más lejos que antes porque no se ha logrado instrumentar siquiera en la alta temporada, la necesaria conectividad.

La mayoría de las empresas que componen el sector son Pymes y están todas en situación muy delicada. Hay hoteles que ya cerraron; hay otros que van en vías de lo mismo y mucho de ello se debe no sólo a las carencias de resultados, sino en gran medida a la tan alentada (por el propio Mintur) ley de inversión que trajo, además de dineros de dudosa trazabilidad, la saturación de la oferta.

Los uruguayos vamos a tener que, de una buena vez por todas, hincarle el diente al turismo, gane quien gane las próximas elecciones.

No precisamos más ministerio de Turismo.

Hace falta un organismo que regule, controle y administre, compuesto por técnicos. Con dos o tres docenas es suficiente.

El momento pide a gritos una moderna oficina de marketing y de gestión.

Y de ello, saben los que saben. Habrá que encontrarlos y contratarlos.

Y sólo para variar, que no sean catalanes.

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