por Bárbara Gimpel, desde Punta del Este
Esta semana sin embargo ya se observaban persianas bajas, y a los anunciados cierres de grandes superficies y empresas importantes se le sumaron todos los pequeños comercios y hoteles que conocen la realidad de su territorio aunque se realicen grandes anuncios de desestacionalización.
Todos, independientemente de su tamaño, tienen algo en común. Todos esperan un milagro, un iluminado, un cambio de orientación, visión, alguna estrategia que sea sostenible, y sobre todo sea afín al espíritu y la mística de Punta del Este. Esto no se trata de transformar o disfrazar algo, se trata de flexibilidad, de trabajo permanente, alineado, de objetivos comunes, de equipo y compromiso contemplando al sinnúmero de eslabones de la cadena. De recrearse, de reinventarse con la misma grifa…con ese prestigio ganado por años.
Hay varias promesas en curso que debieran urgentemente comenzar a concentrar sinergia, atención, formación y especialización. No falta demasiado para la inauguración del Centro de Convenciones que traerá un Festival de primera línea mundial en pleno junio (nada menos que la tercera edición de los Premios Platino, que distingue al cine iberomericano cuya Gala anterior fue retransmitida en más de 50 países, la Televisión Española la difundió vía satélite a los cinco continentes y TNT la retransmitió para América Latina y el Caribe a sus cincuenta millones de hogares abonados.).
Contamos también con eventos deportivos de proyección internacional que debieran afianzarse y no espantarse. La propuesta de Punta del Este Ciudad Universitaria crece cada año, y sin embargo ningún hotel apunta a ese segmento como reconversión estacionaria. En propuestas culturales y musicales queda mucho “pienso” pendiente. El circuito Gourmet Serrano ha pasado casi desapercibido. En breve comienza también la construcción de las tres nuevas torres del Conrad…y podemos seguir listando.
La única pregunta relevante acá es si podremos armar con todas estas piezas un rompecabezas digno de nosotros mismos. Si aprovecharemos los vientos favorables del otro lado del río. Si sabremos remar todos juntos y para el mismo lado.
No es fácil ser equipo, ni tampoco se ganan todos los partidos, pero qué lindo es estar primero en la tabla…si no, pregúntenle a todos los uruguayos por estos días.
De una cosa si estoy convencida…si le preguntamos al maestro Tabárez ¿cómo lo hizo? la respuesta seguro será: con garra y con trabajo.
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