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Por resolución de la dirección editorial del PDA, hicimos un paréntesis en la información relacionada con esta empresa dejando que los acontecimientos ameritasen volver a ocuparnos del tema. La intención consensuada en la interna fue dejar que se dieran los hechos. La última nota relacionada con Alas Uruguay fue publicada el 1 de marzo y tenía relación con la bienvenida que le daba la Cámara de Comercio de la Aeronáutica al afiliarse como nuevo miembro de la corporación que nuclea a la mayoría de las aerolíneas que operan en Uruguay presidida por Hugo Perelli.
La increíble extensión de casi diceiseis meses del proceso de certificación ante la DINACIA más algunos errores propios, relacionados éstos con los dos primeros aviones arrendados en Ucrania, hicieron que la línea de crédito otorgada por el FONDES al momento de iniciar las operaciones en la segunda quincena de enero pasado, estuviese prácticamente con las tres cuartas partes gastada.Comenzar las operaciones casi fuera de temporada daba como resultado seguro que el flujo de caja ni por asomo iba a ser el previsto y por el contrario, "se comenzaba a vivir la verdad" es decir, más salarios, gastos de combustible, derechos de sobrevuelo, cargos aeroportuarios, catering, bases fuera de Uruguay, lo cual sumado al "fijo" de más de 600 mil dólares mensuales correspondientes a leasing y reserva de mantenimiento de los tres aviones, hizo que nosotros advirtiésemos oportunamente que veíamos como muy complicado el futuro inmediato de Alas Uruguay.
Estamos en condiciones de informar que, confirmando lo anticipado por el PDA, Alas Uruguay necesita imperiosamente "una inyección" de capital y la está gestionando.
Quienes conducen a la empresa tienen muy claro que es necesario el oxígeno para sortear esta etapa de arranque "hasta que se afiance la demanda del mercado argentino y comience la operación a Brasil" según pudimos saber.
Lo novedoso, lo que no estaba en nuestro conocimiento y que a pesar de nuestra opinión crítica al proceso de conducción debemos admitir como lógico y más que aceptable, es el hecho que se está gestionando ante el Estado (no lo tenemos confirmado peros suponemos que ante el FONDES o tal vez ante el Banco de la República) una especie de "salvoconducto financiero" que permita sortear la crisis actual hasta que el flujo de caja comience a crecer.
Tampoco pudimos confirmarlo pero suponemos que el argumento principal para "animarse" al pedido de oxígeno sería algo así como: "nosotros calculamos el proceso de certificación en 180 días como se nos dijo y el mismo llevó bastante más de 400, permítannos recuperar el tiempo perdido, déjennos operar y facturar y nosotros lo devolvemos en las condiciones que nos indiquen".
Esta parte habrá que verla. Desde el PDA no podemos aventurar una opinión al respecto y no es sólo por no tener la bola de cristal ya que el éxito o el fracaso de la propuesta devolución de esa eventual inyección de dinero dependerá de múltiples factores en un contexto en el que no se pueden obviar además de las conocidas complicaciones de mercado y competencia, los imponderables.
Pero lo que si podemos decir, a pesar que seguimos siendo los únicos que lo sostenemos que en la actual coyuntura esa "ayuda" que pide Alas Uruguay encuadra perfectamente en nuestra visión de Aerolínea Nacional de Referencia, la cual sus directores jamás tuvieron en cuenta y hoy, la podrían estar argumentando.
El celo estatal o la inquina revanchista
Respecto a la operación de traslado de la selección uruguaya a Recife, podemos decir que se trata de un negocio convencional de transporte con la modalidad chárter contratado por Fernando Riva (hasta dónde sabíamos Gerente General de Geant Travel, del grupo Jetmar, aunque por Facebook vimos que el mismo Riva dice que es Hiperviajes) habitual encargado del transporte de la selección uruguaya y no fue canje, sino como corresponde prestado contra el pago correspondiente en dólares americanos. Sin embargo, a este respecto corresponde hacer dos precisiones.
La primera es para decir que hay una parte menor del monto total del canje con la empresa Tenfield, lo cual si se ve reflejado en los avisos alusivos a que Alas Uruguay es la transportadora de la selección uruguaya y suponemos, algunos futuros spots con la participación de los jugadores. Al margen de ello, en esta primera precisión queremos decir que este hecho ha resultado como imagen en un hito muy positivo que trasciende a la aerolínea y que se convierte en una imagen muy favorable para Uruguay. Su selección es transportada por la aerolínea referente del país.
La segunda precisión no es para nada halagüeña y abona decisivamente nuestra mirada favorable a que a la compañía aérea pueda otorgársele aire compensatorio de las dificultades que le sigue creando la autoridad aeronáutica. El tercer Boeing 737-300 arrendado por Alas Uruguay y que llegó al país el pasado mes de noviembre!!, procede de Estados Unidos y por ende, llegó con la certificación de la FAA (Federal Aviation Administration) que como sabemos, es algo bastante más que la entidad gubernamental responsable de la regulación de todos los aspectos de la aviación civil en los Estados Unidos, territorio al que en la práctica trasciende y abarca prácticamente al planeta. Sin embargo, el CX-OAC sigue sin ser certificado por la DINACIA, la cual sigue "aplicando con el máximo rigor el reglamento" y no lo habilita. Como este avión, que por otra parte es el más lindo, el que vino mejor, el que brilla por todos lados, por obvias razones no está integrado a la incipiente malla de la empresa que cubre Asunción y Buenos Aires, iba a ser afectado a cumplir la operación chárter a Recife lo cual no fue posible. Por esa causa la empresa se vio obligada a transportar a la delegación en una de sus aeronaves habilitadas y hacerla retornar en vuelo ferry (sólo con tripulación), operación que deberá reiterar a la inversa el sábado cuando deba mandar un avión vacío a traer de regreso a la celeste. No hace falta explicar que el costo de la operación se duplicó y que lo que se cobra a la agencia no.
Una vez más, cumplimos con nuestro compromiso de informar la verdad.
Portal de América