Seguramente haya alegrías y tristezas, como siempre que hay contienda.

Según todos dicen este domingo nada será definitivo pero sí, pueden haber fuertes indicios, para un lado o para el otro.

Dentro de un rato por suerte, comenzaremos a disfrutar del silencio, luego del amasijo jinglero al que fuimos expuestos sin consideración y con alevosía. Fue insoportable.

Ojalá hayamos aprendido todos.

Ahora sabemos que el FA sabe que una cosa es el llano y otra muy diferente el poder.

Ahora todos vemos que se ha revitalizado el panorama de los partidos políticos.

Ahora todos los políticos saben que cada vez menos se puede chamuyar. Todo tiene un límite.

Pero a pesar de todos los pesares y de todas las diferencias, tengamos la fiesta en paz.

El mundo no se termina el domingo ni el día del balotaje.

Cada quien deberá asumir el resultado de sus virtudes y de sus errores.

Desde esta tribuna del turismo y de la aviación nos permitimos soñar con cambios profundos en ambas actividades. Que dejemos definitivamente de medir con el ojímetro y decidir con el tanteo.

Los baqueanos son necesarios en el campo, en el cruce de los arroyos, cuando hay inundaciones, cuando hay viento fuerte pero no en el turismo y en la aviación comercial.

Son actividades muy especiales que requieren la máxima precisión y conocimiento.

Para ambas actividades necesitamos de modo urgente asesoramiento especializado.

Gane quien gane, amanecerá.

Portal de América