Javier Cruz (Director); Comandante Pablo Hrdlicka; Doctor César Iroldi (Presidente del Directorio); Sabrina Acevedo (Directora); Comandante Pablo Ferreira (Director) y Brigadier General Daniel Olmedo (CEO)

El acto

Uno de los más notorios luchadores por la causa de Alas Uruguay como es el expresidente de OTAU OFP y actual director de Alas Uruguay, Nicolás de los Santos, ofició con solvencia y naturalidad como maestro de ceremonias y los primeros en hacer uso de la palabra fueron los otros dos integrantes del trío que trajo sobre sus hombros el proyecto hasta aquí: César Iroldi y Sabrina Acevedo. Luego fue el turno del Gerente General, Brigadier General Aviador Daniel Olmedo y en representación de ACIPLA, la gremial de pilotos, el Comandante Oscar Fernández.

Destacable y comprometido fue el discurso del Doctor Iroldi, más de agradecimientos y de trasmitir la satisfacción de la meta alcanzada el de Acevedo. Con datos, fechas y previsiones el de Olmedo y muy sentido y claro el de Fernández.

Posteriormente hablaron los ministros Roberto Kreimerman (Industrias), Liliam Kechichian (Turismo, quien una vez más pasó revista a los logros que le adjudica a su cartera) y Enrique Pintado (Transporte, quien le sigue llamando Alas U a la empresa, sigue diciendo que la conectividad se recuperó y anunciando la Universidad del Aire).

Cerró la parte oratoria el presidente Mujica quien lucía notoriamente más desalineado que de costumbre y según él mismo dijo "estaba hecho pelota" porque se quedó de sobremesa de un asado con Luis Landriscina hasta las 3 de la madrugada. Observa atentamente Nicolás de los Santos

Mujica

Cada uno de los ministros que habló, al finalizar fue a saludar uno por uno a los integrantes del directorio de Alas Uruguay que estaban sentados a un costado del escenario. Cuando terminó de hablar el presidente retornó a su asiento y fueron los integrantes del directorio y los ejecutivos que les acompañaban quienes fueron hasta donde estaba a saludarlo.

No podemos separar, al analizar la participación del presidente en este acto, el antes del 5 de julio de 2012 y el después, hasta este martes 14 de octubre de 2014.

Como ya lo hemos dicho, Mujica cargará históricamente con la culpa del cierre de Pluna y nosotros entendemos que es a partir de ese sentimiento que en noviembre de 2012 anunció "me la juego por los trabajadores".

Con el apoyo a Alas Uruguay se ganó el derecho a cerrar el evento y es comprensible el reconocimiento de los ahora directores de la aeroínea.

Pero al menos nosotros, no podemos dejar de lado en una instancia como ésta, de génesis, su protagónico y nefasto papel en el fin de Pluna.

Por ello, además de exceder ostensiblemente los límites del decoro y las buenas costumbres en el léxico empleado y exagerar el tono dramático en un momento que debería haber sido prioritariamente de recgocijo, Mujica basó su mensaje a los nuevos empresarios aconsejando, advirtiendo, concienciando en directa referencia a que en esta etapa hay que hacer poco menos que votos de pobreza para dirigir la empresa.

El contexto

Basta darle una mirada a la cobertura periodística del evento para darse cuenta que persisten dos problemas que representan un gran desafío para Alas Uruguay.

Por un lado, es un buen ejercicio comparar las crónicas publicadas en las últimas horas y el lector se asombrará seguramente y quedará con la impresión que cada medio concurrió a un evento diferente.

La comunicación de un emprendimiento de esta índole debe ser idónea para ser precisa y al menos, difundir lo que se quiere trasmitir con la mayor eficiencia.

Uno de los principales medios entendió que Alas Uruguay comenzará a operar regularmente en diciembre; otro dijo que sería durante el primer trimestre. Estamos en condiciones de afirmar que ese inicio será en el comienzo del segundo trimestre de 2015.

De aquí en más

A nuestra manera, por convicción hemos apoyado este proyecto y hoy nos sentimos reconfortados por ver que se hace realidad.

Con mucha ilusión y esperanza seguiremos colaborando con nuestro estilo que no es precisamente el de almibarar. Por lo tanto, tal vez convenga entender que nuestra autoimpuesta obligación es la de decir lo que pensamos, como siempre.

Quizás por ello es que nos seguimos azorando por muchas de las cosas que leemos, oímos y vemos.

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