El default aeronáutico y el simple paso del tiempo
Jueves, 31 Julio 2014
En el mundo no hay espacio para las empresas que no sean prósperas, afirma Matías Campiani en el libro PLUNA, el Riesgo de Volar Alto de nuestro director Sergio Antonio Herrera. La visión de la excompañía aérea de bandera aspiraba a ser la “más próspera y apreciada de América del Sur”. Paradójicamente, fue procesado con prisión por estafa.
PLUNA dio quiebra con 6 millones de dólares en caja. Resulta extraño que alguien que pretendía vaciarla, de acuerdo a los dichos del Senador Moreira, hubiera dejado una cifra tan importante disponible para el flujo, a pesar del estado de quiebra técnica en la que se encontraba la empresa. ¿Acaso el tiempo no ha demostrado que la mejor solución hubiera sido presentarse a concurso de acreedores, redimensionar su estructura y continuar su servicio sin afectar la conectividad, economía y turismo del Uruguay? Seguramente se podría haber negociado una salida financiera viable, a un costo dramáticamente menor para la ciudadanía del que tuvo, a la postre de los hechos.
El Poder Ejecutivo decidió suspender indefinidamente sus operaciones en julio de 2012 con el argumento de la posible llegada de juicios por 3500 millones de dólares. Sin embargo, fue una razón virtual: el transcurso del tiempo ha demostrado, una vez más, que dicha contingencia no se cumplió.
En esta jornada, un artículo publicado por el diario El País sostiene que la jueza especializada en Crimen Organizado Adriana de los Santos negó el pedido de excarcelación presentado por el ex gerente general de Pluna Matías Campiani y su socio Sebastián Hirsch, que siguen recluidos en la prisión del Campanero, en Minas. Sin embargo, el tercer socio del grupo LeadGate, Arturo Álvarez Demalde, fue liberado el pasado 30 de abril, a tan solo meses de su procesamiento.
Según informa Búsqueda en base a fuentes judiciales de la fiscalía, la negativa viene dada porque cumplieron poco tiempo en prisión en comparación con el delito cometido. Nos preguntamos,¿cuánto es poco tiempo? El suficiente para uno de ellos fue poco más de 4 meses… si acaso los tres eran socios en partes iguales en la sociedad anónima que gestionaba la compañía, ¿cuál es la base sustancial para tal tratamiento, que se enmarca bajo la misma carátula?
Mientras los “7 malditos” aviones aguardan por la documentación para dejar definitivamente el suelo charrúa donde están varados desde hace 2 años, los exempleados procuran por la conformación operativa de las nuevas alas para el Uruguay, y BQB vuela sus frecuencias “precarias” de manera permanente, el simple paso del tiempo va dejando atrás el capítulo de default más importante de la industria aeronáutica de nuestro país.
Portal de América - @alejandrospera